Tenemos para ti un recorrido por esta muestra que reúne en el MUSA el inquietante y escalofriante imaginario de Guillermo del Toro
Guadalajara (N22/Redacción).- Piezas que lo inspiraron, las alocadas y enigmáticas creaciones de sus personajes y sus procesos es lo que nos ofrece esta muestra que reúne 900 objetos pertenecientes a la colección privada del cineasta mexicano. El MUSA en Guadalajara, será la única sede en nuestro país de esta muestra que, al concluir su periodo de exhibición en este espacio, regresará a la Bleak House, casa californiana en la que el director mantiene su colección.
«La exposición está organizada temáticamente, no es por cada película o filmografía o lo que tardé en hacer cada cinta, no hay ningún anecdotario de ese tipo. No es lo importante. Lo importante para mí es que la identidad narrativa, la identidad artística, se puede forjar por cosas completamente disimilares que hablan entre sí. Puede abrazar con la emoción, la creatividad, la síntesis y la creación, cosas que pueden parecer de las antípodas como los cómics del Santo, o los de Fantomas; pero la obra de Gabriel Flores o [José] Clemente Orozco, o los libros de [Agustín] Yáñez o [Juan] Rulfo, que los grabados de [Giovanni Battista] Piranesi. Trabajos de ilustradores como Mike Mignola, planchas de Moebius. Todo habla con todo.» — Guillermo del Toro
«Lo que provoca la emoción, el arte venga de donde venga está ahí, consignado sin ningún tipo de filtro. Estamos mostrando eso y haciendo apuestas muy fuertes.»
«Se trataba de resumir todo ese mundo en ese gabinete de curiosidades. Y esto es la vocación. Lo cual conecta con la segunda temática, más importante, que estaba anunciada con los ojos que se repiten una y otra vez, que es la mirada. Porque finalmente el fenómeno artístico es la mirada, no la podemos compartir más allá del ejercicio, del cine, de la pintura o la escultura. El hecho artístico es la declaración de esa mirada.»
«El cuidado que se le puso a la curaduría aquí, es la que más me llega y de la que más orgulloso estoy. Estuvo en el Museo del Condado de los Ángeles, en el Instituto de Arte de Mineápolis, en la Galería de Toronto, en Ontario. Pero este montaje es el más personal y el que más satisfactorio me parece.»
Imágenes: Ollin Buendía / Julio López / Huemanzin Rodríguez