Solar, un picnic para volver en el tiempo

Tears for Fears, Kool & the Gang y Ms. Lauryn Hill en un festival familiar e intergeneracional

Tehuixtla, Morelos (N22/Ana León).- No sé exactamente el orden en el que sucedieron las canciones en la presentación de Tears for Fears, ni las de Ms. Lauryn Hill o de Kool & the Gang, no creo que importe en realidad. Pero sí sé de la euforia de esos que vivieron su tiempo con el de los que cantaron en el escenario y de esos muchos otros, más jóvenes que, como un imán, atraen otros tiempos al suyo. ¿No es ése el poder de la música?

Tears for Fears


Aunque en su primera edición el festival Solar incansablemente nos hizo saber que no sólo se trataba de música, sino de mixología y de comida también, es la primera la única con el poder de eliminar esa barrera generacional y construir una sola memoria momentánea. Claro que el romance intergeneracional sólo dura lo que duran las melodías y luego el puente se rompe, pero es innegable que la música es un acto de comunicación extraordinario.


Nos sentamos a la mesa al aire libre a comer con extraños o descansamos sobre el pasto igual, entorno a toda la propuesta gastronómica que aglutinó este evento (Pujol, Lardo, Cancino, Palreal, María Ciento 38, Tortas Atlixco, Cicatriz, La Panga de impostor, entre otros) pero la conversación no sucede igual.


Todo inició poco después del mediodía en Jardines de México, en Morelos. El sol, sin tregua, retaba un poco la estadía, pero al tiempo animaba para un día de descanso en el que se bebe, se come y se baila. A diferencia de otros festivales que suceden en el país –la propuesta es cada vez más y más amplia–, éste se gestó como uno familiar y así se desarrolló.  

Desfile de chinelos durante el festival


Dos escenarios grandes (Vivir es increíble y Bermuda) y uno pequeño (Mojiganga), en los que se presentaban grupos como Silvanozo, Wong Perro, Batalá México, Brushy One String, Los músicos de José, o Diego El Cigala que muscalizaban un entorno multicolor. El día transcurrió así, familiar, en un espacio que permitía explorar y conocer la flora que alberga este lugar [tiene la colección de flores más grande del mundo] y recorrer sus andadores que llevaban a un nuevo jardín [uno tropical, otro japonés, uno italiano, un laberinto y uno de cactáceas], claro que no todo estuvo abierto al público.

Batalá México
Kool & the Gang


La tarde fue como una larga conversación. Fue la noche la que trajo otro ánimo y las primeras notas de la música de Kool & the Gang a la que le siguió la de Ms. Lauryn Hill que pisó México por primera vez, dos décadas después del lanzamiento de su disco más vendido, The Miseducation of Lauryn Hill, que tuvo diez nominaciones a los premios Grammy, de las que ganó cinco, y que alcanzó 20 millones de copias vendidas, y que obviamente, significó un hito en su carrera.

El show de Ms. Lauryn Hill fue abierto por DJ Reborn


Luego, la llegada de Tears of Fears y la brecha generación acortada al máximo. Chicos en sus veintes cantando y sintiendo a tope cada palabra entonada por Curt Smith y Roland Orzabal. El público bailando, coreando y las voces de los británicos resonando. “Everybody Wants To Rule The World”, “Mad World”, “Head Over Heels”, un cover de Radiohead (“Creep”), un viaje en el tiempo de poco más de una hora para llegar a “Shout” y cerrar la noche. Aunque en el escenario Bermuda aún se presentarían Dimitri from Paris y Ro Casarin, para muchos la noche terminó cuando Tears for fear terminó su show.

Todas las imágenes: Isaac Velázquez