Exhibiendo en la Fondazione Adolfo Pini The Accursed Hour, una muestra en la que ahonda en trabajos previos como Black Cloud y La vida en los pliegues
Ciudad de México (N22/Redacción).- En Milán, a partir del 2 de abril y hasta el 8 de julio del 2019, The Accursed Hour, exhibición de Carlos Amorales, se presentará en la Fondazione Adolfo Pini. La muestra, curada por Gabi Scardi pone sobre la mesa el interés del artista mexicano sobre el lenguaje, las imágenes y su transformación, pero en general sobre los sistemas de comunicación, su constante renovación y sus trampas. Además, del tema de la representación dominante, la manipulación de la comunicación y el pensamiento
Artes visuales, música, animación y poesía convergen en toda la obra de Amorales. En su última exposición en México, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo, pudimos acercarnos a cada uno de los dispositivos de comunicación de los que echa mano para plasmar o dar forma a una idea. En esta muestra, Amorales se centra su instalación Black Cloud (que también se expuso en el MUAC) y en varios elementos de La vida en los pliegues, video e instalación con la que participó en la 57 Bienal de Venecia, en 2017. La primera, inundará la fundación con 15 mil mariposas negras; la segunda, aborda el tema de la violencia entre seres humanos.
El proyecto también incluye una animación que cuenta justo esta historia de violencia, y cuyas formas surgieron a partir de una partitura, de una pieza musical que también acompaña el video.
«La vida en los pliegues plantea preguntas sobre cómo le damos significado a las formas y a las cosas, además de hacer un guiño al trabajo de Henri Michaux, abreva de la obra de la argentina Mirtha Dermisache (Buenos Aires, 1949-2012). Las imágenes de las partituras producto del alfabeto adjudicado a las ocarinas remiten a los símbolos que Dermisache plasmaba en cartas, libros, carteles, postales, artículos, reportajes y boletines, un ejemplo de ello es la serie Texto (1970). Pero también “hay referencias claras al cine, en especial al Listón Blanco (2009), de Haneke», nos comentó Amorales en un entrevista en mayo de 2017.
Una historia dramática y, al mismo tiempo, muestra las manos de un titiritero moviendo los hilos de los personajes: una metáfora de la mistificación a la que la historia y nuestras propias acciones están sometidas, tanto si somos conscientes de ello o no. De este núcleo central surge una variedad de transposiciones. Entre las otras: una gran instalación y una serie de ocarinas, cada una de las cuales tiene la forma de un signo y todas juntas crean un lenguaje codificado que puede ser «leído» y «jugado». Su sonido también se usa como la banda sonora del video. Algunas formas aparecen en las paredes de la Fundación como si las atravesaran: son siluetas humanas y parecen contener algunos papeles en los que se representan los momentos más destacados de la historia. La exposición también incluirá el story-board en el que los personajes y la historia del video cobran vida por primera vez.
En la fundación también se han presentado: The Missing Link, de Michele Gabriele; Materia prima, de Lucia Leuci; Memory as Resistance by Nasan Tur, Labyrinth, de Jimmie Durham; y SUMMERISNOTOVER, de Šejla Kamerić.