Artemisia Gentileschi vuelve a los muros del Museo del Prado

En tiempos de la reivindicación de lo femenino y la continua reconstrucción del feminismo, la única obra que el museo conserva de la pintora se integra a la colección permanente

 

Ciudad de México (N22/Redacción).- A los 17 años pintó su primera obra, Susana y los viejos, que muestra a una joven asediada por dos hombres mayores en un baño. A partir de ahí, la pintora barroca, una de las grandes exponentes de la escuela romana de Caravaggio, Artemisia Gentileschi, desarrolló una obra reconocida a nivel mundial que, sin embargo, había permanecido más en los sótanos del Museo del Prado o en tours por todo el mundo, que en los muros del museo. Ahora, y en tiempos del feminismo —y es que sus pinturas están cargadas de tintes de este movimiento—, vuelve a ser exhibida en dicho recinto.

Susana y los viejos

 

A los 18 años, en 1611, fue violada por el pintor Agostino Tassi que fuera su maestro y amigo de su padre, el pintor Orazio Gentileschi de quien aprendiera mucho de lo que dio forma a su trabajo; muchos de los cuadros de la artista fueron atribuidos a su padre. El suceso marcó su obra en la que se han distinguido rasgos feministas. En el cuadro Judith decapitando a Holofernes (1612-1613), Artemisia puso como cara de Holofernes, el rostro de su violador que como pena por su crimen sólo fue exiliado de Roma, luego de que a ella se le exhibiera y se pusiera en duda su testimonio.

 

Judith decapitando a Holofernes

 

Casada y afincada en Florencia, Artemisia desarrolló una obra extraordinaria con maestría en el claroscuro y el naturalismo, poblada de potentes personajes femeninos. Dio a la pintura de la época, el siglo XVII, una perspectiva de lo femenino. Roland Barthes señalaba que la fuerza de la pintora radicaba en “su capacidad de dar la vuelta a los papeles tradicionales alentando una nueva ideología que nosotros modernos leemos claramente: la reivindicación femenina”.

Ahora, el Prado anunció que “rescantan su obra del trastero” pues su cuadro, el único que conserva el museo, el Nacimiento de San Juan Bautista (1635) formará parte de la exposición permanente ocupando la sala 7 del museo. La iniciativa se suma a los festejos por los 200 años del museo.

 

 

En pleno siglo XXI los números siguen sin favorecer el trabajo de mujeres artistas dentro de los museos, pues de las mil 700 pinturas de la pinacoteca, sólo siete están hechas por mujeres.

 

Imagen de portada: Nacimiento de san Juan Bautista (1635)