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El dolor es otra de las constantes en la obra de la también integrante de la Real Academia Española
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Imagen: Diario de Navarra
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Guadalajara (N22/Karen Rivera).- Soledad Puértolas se inspira en las temáticas de la vida y en su observación detenida de lo cotidiano para escribir sus novelas. Mirar, imaginar y cuestionar son los ingredientes de las historias que la escritora originaria de la provincia de Zaragoza, en España, también utiliza como refugio.
“Mis temáticas no salen de grandes personajes o de hacer unas ficciones de género policiaco o fantástico, no. Nacen de los problemas de la vida de todos los días de hombres, mujeres y niños”, dijo la escritora.
Autora de libros como El bandido doblemente armado y La vida oculta, que la hizo merecedora al Premio Anagrama de Ensayo, en 1993, Puértolas asegura que su literatura no tiene interés en la narración detallada y descriptiva.
Por ejemplo, asegura que en El bandido quería romper con el peso de la literatura confesional, reflexiva y sobre circunstancias concretas de España, “es una novela que no transcurre en ningún pueblo español, es muy tajante, no es nada confesional”. Mientras que Chicos y chicas son relatos escritos en tercera persona.
Por otra parte, el dolor es otra de las constantes en la obra de la también integrante de la Real Academia Española. “¿Qué haces con el dolor? Pues el dolor es un ingrediente de la vida a tener en cuenta si quieres ser realista, yo quiero ser realista, aunque no costumbrista. Para mí una novela sobre el dolor que al ser leída acompaña al lector, eso es un regalo”.
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