Desmitificar el arte contemporáneo a través de la ironía, el humor y el juego

John Baldessari trasciende fronteras e ironiza las ideas preconcebidas del arte contemporáneo, en la enseñanza y ejecución, en Aprendiendo a leer con John Baldessari, muestra en solitario en el Museo Jumex, inaugurada este fin de semana

Ciudad de México (N22/Ana León).- ¿Cómo la imagen y el lenguaje producen un significado en el arte? La pregunta se estructura como eje de las investigaciones tanto pedagógicas como en la práctica artística de John Baldessari (California, 1931). El camino ha sido así, en paralelo, un desarrollo contínuo en el diseño de estrategias de enseñanza, de teoría y de ejecución artística. Que “enseñar sea tanto como hacer arte”, señala el artista para quien el aprendizaje y la ejecución de la obra son una y la misma cosa. En Aprendiendo a leer con John Baldessari, muestra que se inauguró este fin de semana en el Museo Jumex de la Ciudad de México, su curador, Kit Hammonds, replica el método del artista para llevar de la mano al espectador por este recorrido de casi seis décadas en el cuerpo de obra de este gigante, metafórica y literalmente, el californiano mide dos metros de altura.

El artista juega, experimenta, explora, utiliza todo aquello –desde el inicio de su práctica– que tiene a la mano, sea considerado herramienta para el arte o no. Es ahí, en esa grieta en donde él se sitúa, entre la práctica “seria” del arte y la broma infinita que muchas veces lo habita, que encuentra un espacio para construir un cuerpo de trabajo que no teme echar abajo ideas preconcebidas. La incorporación del uso de la cámara en el trabajo de sus estudiantes y en el propio, en los años setenta en su puesto como académico en el California Institute of the Arts (CalArts), es un ejemplo de ello. “Lejos de enseñarnos directamente, el trabajo de Baldessari establece un marco que nos guía en un aprendizaje a través de la interpretación y la improvisación, reflejando las convenciones que definen nuestros propios significados individuales”, escribe Hammonds en el cuadernillo editado por el museo, que acompaña la exhibición.

Para leer la obra de arte del también docente hay que responder a lo propuesto: al juego y a la experimentación. Como señala Hammonds en entrevista con Agencia N22, “él describe su punto de vista como un punto de partida o una manera de ver el mundo desde una una perspectiva un poco diferente para todos los demás. El trabajo de John se trata, realmente, de explorar la realidad, de ser un artista al mismo tiempo que es parte del resto del mundo. Él habla acerca de lo que realmente significa el arte pero desde un sentido realmente práctico”. “Al final”, señala, “el trabajo es la idea, no la pieza final”.

Es por ello, porque las ideas permanecen, que sus piezas siguen teniendo la misma vigencia que hace más de cuatro décadas. Su pertinencia radica en que “se ciñen a preguntas básicas como: ¿qué es lo bueno y lo malo en el arte?, ¿podemos hacer buen arte?, ¿es aburrido el arte que hacemos? Es muy simple y es tan verdadero hoy como en los años setenta. Creo que siempre hace arte como parte de la vida real. Al final, las imágenes de Baldessari son parte de la vida real”, detalla el curador.

¿Qué o quién define lo que es arte? Si bien nunca ha habido una respuesta a esta pregunta, las obras del californiano definieron “muchas de las ideas de lo que es el arte contemporáneo”, comenta Hammonds, de lo que entendemos, hoy, como arte contemporáneo, en donde se fusiona indiscriminadamente, performance, pintura, instalación y medios audiovisuales. De hecho, algunos de sus trabajos ironizan el que se precise de una “voz calificada” para decir qué es y qué no es arte, para jugar con el lenguaje y la forma en que definimos o entendemos el mundo a partir de éste. Sin embargo, su trabajo más que intentar “decir algo”, está “proponiendo algo”, como bien señala Kit Hammonds: “su trabajo rompe con la manera en la que vemos el arte”.

Baldessari, reflexiona Hammonds, no toma el trabajo tan en serio, aunque realmente cree en él, es decir, no se obsesiona con crear “una pieza de arte”, para él el arte es parte de la vida, no está fuera de la vida ni de lo cotidiano. Dentro de su ejercicio su obra no apela a un significado único sino a explorar la influencia del lenguaje y de la imagen en la construcción de significados, en plural. Es decir, no hay una manera correcta o incorrecta de acercarse al trabajo de este artista, la sugerencia es intentar leer los múltiples significados en diferentes contextos, las diferentes maneras en las que expresa una misma idea.  

 

Imagen: © Ana León

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