- Un accidente que provoca la invalidez total de su hermano, es el antecedente a la muerte súbita del padre, que Puente narra también en esta novela testimonial.
Por Irma Gallo
Ciudad de México, 29/07/16, (N22).- Tras la muerte de su padre, Eliza
Puente, abogada litigante con 20 años de carrera comenzó una suerte de diario
dirigido a él, que después de varias lecturas (propias y de editores) se
convirtió en su primera novela: Respirando
agua.
Puente, abogada litigante con 20 años de carrera comenzó una suerte de diario
dirigido a él, que después de varias lecturas (propias y de editores) se
convirtió en su primera novela: Respirando
agua.
“Fue una cuestión que más que idearla o
planearla fue por necesidad. Tenía mucha necesidad de escribir. En ese momento
estaba trabajando en una novela histórica pero ya no pude conectar con el
tema por la cuestión del duelo, y empecé a escribirle a mi papá”, comentó Puente.
planearla fue por necesidad. Tenía mucha necesidad de escribir. En ese momento
estaba trabajando en una novela histórica pero ya no pude conectar con el
tema por la cuestión del duelo, y empecé a escribirle a mi papá”, comentó Puente.
La escritora describe su trabajo como un gusto que guardaba pero que tuvo que mostrar al mundo, «siempre escribía de closet: lo leía yo, lo disfrutaba yo y ahí se quedaba. Llegó un punto donde le perdí las ganas al litigio
y era una necesidad ponerme a escribir».
y era una necesidad ponerme a escribir».
Un accidente que
provoca la invalidez total de su hermano, es el antecedente a la muerte súbita
del padre, que Puente narra también en esta novela testimonial.
provoca la invalidez total de su hermano, es el antecedente a la muerte súbita
del padre, que Puente narra también en esta novela testimonial.
“Considero que sí,
fue algo que marcaba más el duelo de mi padre porque nosotros reajustamos toda
nuestra vida, desde las dinámicas más esenciales hasta las más grandes como
familia para incorporarlo a él a la cotidianidad que le era complicada en todos
los sentidos. Entonces, el jefe de ese equipo, la cabeza de ese equipo que
formamos, era mi papá. Y era como el gran guardián de mi hermano”.
fue algo que marcaba más el duelo de mi padre porque nosotros reajustamos toda
nuestra vida, desde las dinámicas más esenciales hasta las más grandes como
familia para incorporarlo a él a la cotidianidad que le era complicada en todos
los sentidos. Entonces, el jefe de ese equipo, la cabeza de ese equipo que
formamos, era mi papá. Y era como el gran guardián de mi hermano”.
Respirando agua está publicada bajo el sello Libros del Marqués.
Imagen: http://bit.ly/2aa83Ur
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