Raúl Vera, el obispo del pensamiento avanzado

“Raúl Vera es la otra cara de una iglesia apoltronada en los polvos imperiales de una memoria anquilosada, antigua, vieja. Raúl es un hombre de su tiempo»





Por Alejandra Flores





CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-

Es bien sabido que al obispo Raúl Vera López le gusta el mambo tanto como los chistes. Lo que de manera particular nos consta, es que su sonrisa es franca, que su saludo es apretado, que sus manos son fuertes, gruesas, que cuando se apasiona respecto a algún cuestionamiento específico, su tez se torna roja, sus manos cobran una agilidad inusitada y se mueve de su asiento para aproximarse a su interlocutor tanto como puede.

En entrevista para N22, Vera explicó: “La formación humana consiste en que dejemos de creernos que estamos en una sociedad de excepción, hay que replantearnos nuestra manera de servir como clérigos en la iglesia y eso sí nos lo tenemos que replantear, porque creemos que somos una especie de casta que es por encima de muchas obligaciones y eso está mal, muy mal. ¡Y el Papa lo ha dicho con toda claridad!, ¡muy fuerte, de manera muy fuerte!”.

“Cuando la iglesia asuma el estilo vida de Jesús, voy a aceptar que hablas de esa estructura de responsabilidad que somos todos nosotros. Desde ahí, tenemos que asumir las opciones de Jesús, y sus opciones son los pobres. Sus opciones son la justicia, sus opciones son la verdad y asumir su estilo de vida. Nosotros no tenemos ni el poder, el poder que tenemos es la fuerza del amor, el poder que tenemos es la fuerza del evangelio que enseña la verdad pero eso no es un poder como el del mundo”, señaló el obispo.

Raúl ha recibido muchos reconocimientos, pero además de su nominación al Premio Nobel de la Paz en 2012, destaca el premio de la Fundación Rafto para los Derechos Humanos que obtuvo en 2010, porque el comité de selección valoró el número de batallas en las que estaba involucrado: la defensa de los transmigrantes centroamericanos, los mineros de carbón, los homosexuales, los indígenas, las trabajadoras sexuales, los familiares de desaparecidos de la guerra contra el narcotráfico, entre otros. En 2012 fue candidato al Premio Nobel de la Paz.

Para Bernardo Barranco, presidente del Centro de estudios de las religiones en México, Raúl Vera representa un pensamiento de avanzado juicio, sin importar que su postura respecto a las deudas de la Iglesia con su feligresía ha resultado incómoda para muchos representantes de la Iglesia católica, quienes han reprochado e incluso censurado sus aseveraciones. Según Barranco, Vera López puede considerarse heredero y portavoz de las ideas progresistas del Papa Francisco. “Tenemos que ponerle terreno a lo que Francisco está proponiendo… no creo que se pueda ver nada más como un Papa efímero, no se puede no escucharlo, no se puede hacerse el loco…”, declaró el obispo.

Al respecto, Barranco explicó: “Raúl Vera es la otra cara de una iglesia apoltronada en los polvos imperiales de una memoria anquilosada, antigua, vieja. Raúl es un hombre de su tiempo, es de los pocos obispos que tiene una formación universitaria, es ingeniero químico; eso lo coloca más secular, más mundano”, lo cual convierte al Monseñor en “el otro rostro de una iglesia clericalizada, de una iglesia que se preocupa más por los sacramentos, por la forma; Raúl Vera va a la esencia de la vida humana y sobre todo de las grandes contradicciones, por eso es un personaje muy atractivo, no solamente para mí, sino para el conjunto de la sociedad”, dijo.

Sobre el celibato, uno de los temas más espinosos si se coloca en el ineludible contexto de la pederastia clerical y uno de los más poderosos motivos del descrédito de la iglesia católica, Vera expresó: “El celibato es voluntario. De la misma manera que una persona elige la esposa y ya no tiene que andar buscando otra, nosotros elegimos el celibato y no tenemos que andar buscando otra cosa porque además yo soy religioso, y como religioso, la opción de nosotros es el voto de castidad, el celibato en el ministerio sacerdotal no empezó aquí, esto fue en el siglo cuarto, pero la vida religiosa como la que yo llevo, esa sí fue tal cual desde el principio. No me hago mucho conflicto con eso, pero al menos sí creo que asumimos eso igual que un esposo asume ser esposo de su esposa. Debemos tener responsabilidad ética, eso es lo menos que se nos pide”.

Bernardo Barranco ha calificado a Vera como un “hombre de su tiempo”, lo que significa que otros temas, como los asuntos políticos, no escapan a su aguda reflexión. “Vera tiene puntos de vista muy críticos, ha llegado incluso a decir hipócrita, en términos religiosos, a Felipe Calderón y en el caso del mismo presidente de la República, tiene señalamientos muy agudos, en el sentido del inmenso paquete que tiene como país frente a las habilidades que ha mostrado”, señaló Barranco.

En entrevista, al preguntarle con cierto escepticismo si es posible vislumbrar una iglesia renovada, el fraile dominico y obispo mexicano, responde de manera apasionada:

“Sí podemos tener una visión esperanzadora. Muchas personas que quieren ver otra iglesia, incluso sin pertenecer a ella, me lo hacen ver… Cuando entré a ser fraile, entré para eso, para ayudar a construir una iglesia para el mundo y un mundo justo. Yo lo aprendí, no me da trabajo; lo tengo desde el principio, como el sentido natural por el cual me hice fraile”, explicó.

Así, fiel a sus creencias, el obispo Raúl Vera López, de 69 años de edad, originario de Acámbaro, Guanajuato, continúa su incansable camino.

Imagen:http://bit.ly/1czHzX2

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