Raúl Vera propone un nuevo pacto ciudadano

«La Iglesia está en deuda especialmente con los pobres de la tierra, así sean los pobres musulmanes, así sean los pobres budistas, así sean los pobres incrédulos, los pobres», así lo mencionó el obispo de Saltillo durante la presentación del libro El evangelio social de Raúl Vera




Por Alejandra Flores





CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).-

Candidato al premio Nobel de la Paz 2012, premio de la Fundación Rafta para los derechos humanos, siempre involucrado en la defensa de migrantes, homosexuales, indígenas, trabajadoras sexuales y familiares de desaparecidos, el obispo de la Diócesis de Saltillo desde el año 2000, Raúl Vera López es la figura central del libro escrito por Bernardo Barranco, presidente del Centro para el Estudio de las Religiones en México. El libro se titula El evangelio social de Raúl Vera.

A propósito de esta presentación, el autor, Bernardo Barranco, dijo a N22 que “la idea era fundamentalmente proyectar la experiencia de Raúl Vera porque es un obispo solitario en el Episcopado Mexicano; su actitud frente a temas como pobreza, justicia social, derechos humanos, lo colocan como un obispo atípico dentro de la iglesia mexicana, y por lo tanto, era importante reflexionar sobre qué pensaba”.

Por su parte Raúl Vera mencionó que “Bernardo hizo un esfuerzo muy grande y de veras que veo cómo quedó el planteamiento, Bernardo lo hizo todo muy bien, evitó condicionarme. Fue muy hábil, porque yo tenía que sacar ideas frescas de todo, fue muy hábil Barranco. Y hay dos cosas muy interesantes que focaliza bien, el interés por la sociedad, que es lo que debemos que tener en la iglesia para como está la sociedad, y el interés por la iglesia misma, porque tenemos que ser responsables”.

El libro El evangelio social de Raúl Vera no se limita a biografiar a su protagonista, es un esfuerzo por desentrañar al obispo que ha desafiado a una Iglesia por momentos anacrónica, otros tantos retrógrada y en muchos más contradictoria. Al tiempo que reconoce su defensa de la iglesia como institución:

“A don Raúl lo descubrí en este libro en términos sociales; es muy crítico, es muy severo, incluso propone la construcción de un constituyente ciudadano alternativo, un nuevo pacto desde la ciudadanía; hay casi un capítulo entero sobre ese tema. En cambio en lo religioso es mucho más moderado que yo incluso, yo soy más crítico, claro, él es obispo y yo soy un simple laico observador; pero lo percibo más ortodoxo, con una lectura progresista pero ortodoxa, defiende a los Papas, defiende la estructura. Yo probablemente soy más moderado en lo social que monseñor, pero más radical en lo eclesial y él al revés”, dijo el maestro Barranco.

Las luchas que motivan su apasionada defensa, se equiparan a las deudas de la Iglesia católica con algunos de sus preceptos fundacionales: especialmente en lo que se refiere a la protección de los pobres, sin distinción de credos. Al propósito Raúl Vera comentó que “estamos en deuda, la Iglesia está en deuda especialmente con los pobres de la tierra, así sean los pobres musulmanes, así sean los pobres budistas, así sean los pobres incrédulos, los pobres. Hemos tomado una actitud auto referencial y aquí debo decirlo, los ministros, nosotros, lo que llamamos la jerarquía de sacerdotes, obispos, creemos que la Iglesia es para nosotros. Y ahí es donde nos equivocamos, la Iglesia es para el mundo, y tenemos que organizarla para el mundo, y especialmente para que atendamos ese aspecto de la justicia y el derecho”.

Padre Vera ¿mantiene su fe en la Iglesia?

“Lo que hoy soy lo aprendí de la Iglesia, yo tuve la fortuna de encontrarme con un puñado de hombres que estaban al lado de la universidad, que eran los padres dominicos, y ellos me enseñaron la Iglesia como yo la veo desde que entré a ser fraile, para servir a la construcción de la Iglesia como yo la conocí, con los padres dominicos. Tuve una formación sistemática, tuve la oportunidad de hacer un curso de dirigentes donde todos los años lo dedicábamos a recibir clases sistemáticas de desarrollo social, de psicología social, de teología, de la coyuntura del mundo, de economía, yo estudiaba ingeniería química, estudié y acabé la carrera.

“Yo sigo creyendo en la Iglesia, porque yo conozco la Iglesia entre los indígenas, yo conozco la Iglesia donde están los pobres, acabo de llegar ayer del desierto con esa gente. La Iglesia no somos nosotros los curas, nada más que vergüenza pero no somos, somos los que nos vemos pero la Iglesia son todas las personas bautizadas y hay muchas personas que están en esa parte de la que no es visible, pero que acogen el reino. No todos los que dicen ser la Iglesia son la Iglesia, mija”, concluyó el obispo Vera.

Imagen http://bit.ly/1gNH3qG

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