Narrativa de la enfermedad; literatura para entender la muerte

  • Con el libro Decir adiós, decirse adiós, Arnoldo Kraus quiere abrir la reflexión sobre el dolor, la soledad, el miedo, la añoranza, la muerte y sobre todo la amistad

Por Perla Velázquez

Distrito Federal, 06/11/13, (N22).-
“Me interesa mucho hacer de la enfermedad literatura. La gente cuando está enferma dice cosas muy interesantes e inteligentes, reflexiona muchísimo, puede decir cosas muy lindas o crudas; pero si las quieres hacer tuyas debes hacer literatura”. Según con el doctor Arnoldo Kraus, existe una narrativa de la enfermedad, que es la que cuentan los patógenos. Pero estas historias son las que un doctor puede utilizar para curar a otros enfermos, o simplemente para hacer un libro. Tal es el caso del internista, quien acaba de publicar la novela Decir adiós, decirse adiós (Random House Mondadori, 2013).

El cáncer está en el consciente colectivo como una de las enfermedades que apresuran la llegada de la muerte, y éste es el tema central del escrito de Arnoldo Kraus, quien lleva tiempo publicando sobre temas de ética médica, de cómo ayudar a morir con dignidad y de la eutanasia. Sin embargo, en este relato, el autor pretende transmitir esas ideas de una forma novedosa: “quiero hacer partícipes a las personas de que existe una posibilidad de morir con dignidad o de acercarse a la idea de la muerte”, comentó en entrevista para la AgenciaN22. Agregó que cuando se cuenta con buena salud o se es joven se puede diseñar la muerte.

Piero es el protagonista de Decir adiós, decirse adiós. Él ha dejado de ser quien era para convertirse en secundario de su enfermedad: el cáncer. Pero antes de que el padecimiento acabe con él, Piero decide morir, un acto que permite abrir la reflexión sobre el dolor, la soledad, el miedo, la añoranza, la muerte y sobre todo la amistad, porque a Piero lo acompaña uno de sus amigos. Kraus apuntó que en el libro hay un reclamo sobre las bondades y la necesidad de tener empatía con el otro, de hacer de esa persona alguien similar al otro.

“Son valores que se han perdido por la interposición brutal de la tecnología. Hay una serie de factores grandes que han distanciado a un ser humano de otro y eso a mí me preocupa, porque la tecnología te ata a todo, menos a una persona y cuando se trata de una enfermedad o la posibilidad de morir lo que más quiere el enfermo es estar rodeado de seres que lo quieren, gente solidaria que lo acompañen, que es otra de las palabras que han perdido sentido, cuidar, el hacerse responsable del enfermo”.

Estos valores son arte humano no obligación médica, es decir, el escritor cree que la cuestión de humanizar a la gente se ha perdido: el enfermo quiere que se le hable con la verdad, “que se le haga saber que está en el mundo de los vivos y que hay gente que lo quiere”.

Una historia de enfermos

Arnoldo Kraus es cirujano por la UNAM. Hasta el momento ha publicado más de 50 artículos de investigación tanto en revistas médicas, nacionales e internacionales, como en diversos libros. Los temas que el autor ha tratado son parte de la discusión nacional. Por ello, el tema de la dignificación de la muerte es el hilo conductor de la lectura. Para el autor, este acto tiene un doble sentido: enaltecer a la muerte, pero también a la vida. 

En el texto, Piero buscaba glorificar su vida a través de la escritura de un diario, en éste plasma la degradación del ser humano como causa del cáncer. Su amigo es parte importante de esa descripción, pues en compañía de él se narra cómo el protagonista va perdiendo lo que le daba belleza, calidad y ganas de vivir. En ese instante, cuando Piero busca un momento de reflexión es que compara su vida pasada con los días actuales.

Acompañar a alguien a morir es un hecho humano muy bello. Realmente en la cumbre de lo que significa la humanidad, acompañar a alguien en el proceso más difícil de la vida, porque éste es más complicado que el propio nacimiento, pero estoy convencido acompañar y sentirse acompañado dignificando la muerte es un homenaje a lo que fue la vida”, comentó.

El debate que comienza en las lecturas de Kraus tiene una finalidad, la bioética. En su quehacer médico el internista aprendió a conocer a sus enfermos y darles voz a los reclamos, porque en ocasiones con “la escucha es suficiente para curarlo”, como el personaje de la novela. Piero tiene ficción, pero es la suma de lo que el doctor ha escuchado en su profesión.

“Me interesa la clínica antigua, es decir, la relación con el médico y el ser humano. En el libro hay mucho de mí porque el tema de la enfermedad y de la muerte son a los que recurro con mucha frecuencia en mis estudios literarios o artísticos. Ahora la aventura fue diferente porque es un esfuerzo más en el cual me conecté más conmigo y con los enfermos para darles voz. Hay muchas oraciones que surgen del consultorio donde trabajo”.

La mayor apuesta que hace el autor es intentar regresar a las relaciones humanas. Porque la enfermedad es sólo un momento de la vida de alguien, pero la buena medicina se finca en una relación entre médico y paciente, cuya construcción se da al conocer a la gente.

“Creo que se va a seguir perdiendo más la ética, quizá por lo que habíamos dicho antes: hay cierta deshumanización de las personas, que han modificado las condiciones de relación. El médico debe ser fiel al enfermo, no a otro médico, ni al hospital, ni a los laboratorios, eso ha desfigurado un poco la medicina. La ética médica, en general la bioética, es algo que sí me preocupa mucho y siento que en eso se está perdiendo la batalla, la ética importa menos que todo lo que es el peso de la tecnología, que es mucho más glamuroso y rimbombante”, finalizó Arnoldo Kraus. 

Imagen http://bit.ly/17FJWKU

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