Una charla entre música y champagne con Goran Gregovic

  • «Para ser honesto, no soy una persona que beba, de verdad, en mi vida no lo hago, sólo ocurre en el escenario»

Por Huemanzin Rodríguez

GUANAJUATO, México, (N22).- 

En septiembre de 2007 dio un concierto en el fórum internacional de las culturas celebrado en Monterrey y dejó un buen recuerdo. En 2008 participó en el Festival MX con un concierto en el Teatro de la Ciudad y otro más gratuito en la Plaza de Santo Domingo en el centro de la Ciudad.

Delgado, con fleco largo y ondulado cabello despeinado, entró vestido de negro, camisa desfajada, saco con solapas relucientes como de smoking y gafas oscuras para ocultar el desvelo, su actitud es de un rock star. Tocó en Moscú y de ahí tomó un vuelo a Los Ángeles y de manera directa llegó Guanajuato para el festival Cervantino.
Sonriente, gracioso y conversador, Goran tiene además, la habilidad para contar historias que ilustren una idea. Al final de la conferencia de prensa en El Salón de Fumadores del Teatro Juárez, el músico nacido en Sarajevo, con más de 26 discos en 34 años de trayectoria y mundialmente conocido por su trabajo como compositor para películas como Tiempo de gitanos (1988) y Underground  (1995) de Emir Kusturica, platicó con Noticias 22.
Goran, hace cinco años sacaste el disco Alcohol y ahora Champagne for the gypsys, ¿por qué parece que te inspira la bebida?
Bueno, creo que en mi país, como casi en todos a través de la Historia, encontramos la música donde se ha bebido, y hay mucha música que no reconforta si no es bebiendo. Entonces, en 2007 tuve una invitación para tocar en un festival de bandas gitanas, decidí no hacer un concierto profesional cuando estaba rodeado de amateurs, por eso toqué temas que usualmente no hacemos como canciones de mis años del rock´n´roll, canciones que he escrito de Turquía a Polonia, a Grecia.
Esas canciones que tocamos para nosotros después del escenario, cuando sólo estamos los músicos, los amigos y a veces también los familiares. Ahí descubrí que en el escenario bebo demasiado, más de lo normal. Durante los conciertos ocurre una atmósfera de la bebida y decidí hacer un disco de esa manera, bebiendo. Ese proyecto ocurrió casi por accidente, Alcohol fue grabado en tres fiestas, una fue en ese festival, otra en el jardín de mi casa, sólo con amigos y los integrantes de mi orquesta grande; bebimos el mismo alcohol que cuando éramos jóvenes, porque cuando estás de viaje te dan champaña y ese tipo de bebidas. Y la tercera fiesta fue en un pequeño club donde sólo toqué música para bailar y beber. Y en esos conciertos bebí muy bien. Algunas veces di propinas a los músicos, muy buenas propinas.
Para ser honesto, no soy una persona que beba, de verdad, en mi vida no lo hago, sólo ocurre en el escenario.
Me gusta pensar que probablemente formo parte de una tradición donde la música ocurre con una mujer bailando sobre la mesa y los músicos reciben buenas propinas, así es como imagino un futuro lindo de mi música.
¿Cómo surgió Champagne para los gitanos?
Hace no mucho fui comisionado para un Concierto para violín, y este concierto es la segunda parte de mi disco Champagne pata los gitanos, pero cuando diseñaba la grabación comenzaron los problemas con los gitanos en toda Europa y yo me sentí impotente.
 Lo único que podía destacar era que, en la actualidad, sólo hay unas cuantas voces valientes que dicen: “Señores, no está bien volver a hacer esto otra vez, resuélvanlo como hace años”. Por eso invité a algunos de los gitanos que me gustan, desde Gypsy Kings hasta Gogo Bordello, y otros nombres que para mí son grandes estrellas. Sólo para poder decir fuerte y claro estas cosas, y creo que puedes decirlo fuerte cuando tienes a los Gypsy Kings y Gogo Bordello, así que en esta gira vamos a tocar todo el disco.
¿Champagne… es tu disco más gitano?

Probablemente este nuevo disco tiene el mayor número de influencias gitanas que cualquiera de mis otros discos. Porque estoy enfrente de personalidades muy fuertes, por ejemplo si estás en un cuarto con los Gypsy Kings y empiezas a toca una canción, de repente se volverá una rumba catalana, en eso se convierte. O si tocas con los Gogo Bordello se convertirá en un punk gitano. Si vas a Rumania con Sorin Salam se convertirá en Manela, si vas a Irlanda a grabrar a un gitano irlandés cambiara el sonido.
 Porque no puedes saber qué es la música gitana. Es tan diferente como India y América, donde parece que no hay nada en común excepto este talento gitano inexplicable para tocar.
No hay nada en común entre la rumba catalana que tocan los gitanos españoles y los sonidos de Django Reinhardt de Francia, o entre los gitanos rusos, o húngaros, o rumanos, o los metales balcánicos. El sonido gitano siempre es moderno, no moderno en términos de “me compré este saco porque es moderno”; no, los gitanos siempre han sido modernos porque tienen que sobrevivir, tienen que darle de comer a sus hijos, si no son modernos no pueden darle de comer a sus hijos. Así que se tienen que adaptar de manera inmediata al lugar en donde están sólo por sobrevivir, por eso son tan diferentes, por los diferentes lugares del mundo en donde están.
En 2008 participaste en Instrumenta Oaxaca, en un intercambio musical con una banda local, ¿conoces la música oaxaqueña?
Sí, he comprado unos discos.                      
¿Y qué te parece?
Me encanta, me parece muy cercana.
¿Cuáles son tus vínculos?… Te lo pregunto porque durante un viaje a Europa del Este compré varios discos de grupos que no conocía, al escucharlos descubrí que muchas músicas de los países de la ex Yugoslavia, podrían pasar como música mexicana.

Durante el gobierno de Josip Broz “Tito”, en Yugoslavia se escuchó mucha música de mariachi porque a él le gustaba, así que repentinamente hubo una fascinación por esas agrupaciones, no lo sé, pero creo que tuvimos más bandas de mariachi que en México, todo mundo se sabía canciones de esas, si tengo un vínculo o una influencia tal vez venga de ahí, pero creo que lo que más me acerca a la música de Oaxaca o a los mariachis, son los instrumentos de metal, tu sabes, las bandas y las trompetas.

Es curioso, pero las bandas de aliento siempre han sido relacionadas con lo militar y en México o en los Balcanes, se oye mucha música de ese tipo, creo que las trompetas del mariachi salieron de las bandas militares. En mi caso, estos instrumentos llegaron a los Balcanes por la guerra con los turcos, ellos no tenían academias musicales así que compraron instrumentos a Egipto, quienes les enseñaron a tocar.
En Egipto sólo se usaban en la milicia, pero si ése es su origen, no podemos decir que la música con metales sea militar porque nos recuerda a los alemanes o al comunismo. Para mí, la marcha y el baile vienen de lo mismo, pienso que la música militar no es realmente militar, lo que tiene es una relación entre marchar y bailar.
En todos lados hay música para los momentos felices y para los momentos tristes, pero en poco lugares la tristeza se toca con alegría, México y los Balcanes tiene buenos ejemplos de ello, de hecho tu grupo se llama “Banda de Bodas y Funerales”.
Le llamé a mi banda de “Bodas y Funerales” en tono de burla porque en verdad tocaban en bodas y funerales antes de estar conmigo, eso es normal, las bodas son tan especiales como los funerales, tocas las canciones favoritas de los navíos o del muerto.
Pero tienes razón en algo, recuerdo que una vez con amigos de Europa occidental, que me alcanzaron en una fiesta en los Balcanes, al principio todos comenzaron con lo de siempre “Happy birthday to you…” y después, conforme la fiesta avanzaba, la gente cantó canciones tristes, mis amigos me preguntaron ¿Pasa algo malo, vamos en la dirección incorrecta? Y yo tuve que aclararles “No se preocupen, ¡Es la fiesta perfecta!”, porque hay muchas canciones tristes en las fiestas. No sé cómo explicarlo pero así es como somos, y de lo poco que conozco de México, parece que pasa algo similar.
Tu primer disco lo editaste en 1974, entonces eras un rockero, es evidente que tu forma de componer ha cambiado mucho a los largo de estos años, pero ¿ha cambiado tu manera de sentir la música?
En la vida de todo mundo, de todo artista, hay cambios durante tu desarrollo, es normal, cuando era joven comencé en bares nudistas, fue uno de los periodos más felices de mi vida, tenía 16 años y había visto a tantas mujeres desnudas como nadie, como ningún otro chico; después hice mis primeras canciones, la primera fue en el cuarto año de la universidad, y cuando las miro ahora, veo que escribía canciones ridículas al final de la carrera de filosofía.
Eso pasa con tus primeras cosas, es como cuando ves a los jóvenes Beatles de sus primeras grabaciones “She loves you yeah, yeah, yeah…” “Love do”  y todas esas canciones bobas del principio que no estarían en el disco perfecto. Así que, creo que crecí, creo que ahora, mi música está dirigida a un público crecido.
Cuando hay un éxito la gente quiere que todo siga igual, que no haya cambios, pero yo no lo siento así, por el contrario, mi música no va en el sentido de hacer una carrera, al no pensar en eso puedo escribir canciones de manera natural, es como comer de manera natural, un día un pan con mantequilla y otro algo más complicado.
Tal vez eso sea un problema para mi compañía disquera, porque en las tiendas de discos de diferentes países me clasifican en clásico, otros en jazz o en música del mundo., ¡hasta en pop!
Pero si tengo que ser honesto conmigo mismo, en este momento de mi vida deseo crear algo más difícil, tengo el derecho de hacer una estructura más complicada, sin pensar en el gusto genérico de algo a lo que llaman público, porque estoy seguro que la gente no es como se ve en la televisión, toda igual, no, la gente es curiosa, le gusta descubrir…

¿Cuán espiritual es tu música? Naciste en una región en la que, antes de ser Yugoslavia, lo mismo vivieron católicos, ortodoxos y musulmanes. ¿Qué de todos ellos tienes tú?…

No puedes evitar esas influencias, aunque me concentre y me diga voy a empezar desde otro punto, es inevitable la influencia de la música religiosa de judíos, cristianos, musulmanes, de todos ellos, es la música con la que crecí.  En los últimos diez años mis arreglos para orquesta siempre los he escrito en esa dirección, siempre para todos ellos, aunque crecí en una familia comunista sin contacto con alguna iglesia,  organicé mis creencias y tuve establecer una relación íntima, personal, sin iglesia.
Una de mis últimas obras comisionadas fue 3 cartas para 3 profetas, para 3 orquestas contemporáneas diferentes. Fue tratar de escribirles con música a los profetas, fue más fácil que hacerlo con idiomas porque la música es algo diferente. Es el lenguaje que hubo antes de que aprendiéramos a hablar, antes de la religión y los políticos. La música nunca será una blasfemia. Ésa es la dirección que me interesa, creo que la música tiene la oportunidad de hacer cosas que son inimaginables para políticos y religiosos.
Antes de esas cartas, mi orquesta tuvo una pieza comisionada por el Rey de Marruecos y la iglesia de Saint Denis de parís, esta pieza fue interpretada por mi orquesta, que leyó partes del Corán por una agrupación del Rey de Marruecos y por una banda soviética. Si tú no sabías que éramos de diferentes países, nunca lo hubieras notado, fue tan natural. Me dije: Si Dios no está aquí, en esta noche, entonces no es Dios.
Era hermoso ver a la gente en la oración, todos juntos, no se veía ninguna razón por la cual, durante siglos, se han matado a otro en el nombre de un mismo Dios. Y esa noche fue posible gracias a la música. La música es el idioma de los idiomas, más que las matemáticas o la filosofía. Y me siento bien por poder entender y hablar este idioma.
¿Cómo diseñas el sonido de tu orquesta?
Usualmente escribo mis partituras para una orquesta pero no de la manera habitual, quito todos los elementos que son poco conocidos para mí, como oboes, flautas, clarinetes, todas las maderas, reemplazo a los metales por mi orquesta gitana que está desafinada, pero así es como se toca la música gitana, quito a las mujeres del coro ya que suelo usar sólo a dos cantantes búlgaras. Y sumo un coro de iglesia, con un máximo de 15 cantantes masculinos, con esa disciplina de coro de iglesia. Así es imagino mi orquesta sinfónica.
Pero tengo una formación básica, más pequeña, a la que en realidad sólo le he cambiado algunas personas en los 15 años que tenemos de giras. En ciertos momentos especiales he tocado con una formación más grande y cuando lo hago con una pequeña orquesta de cuerdas toco piezas que he escrito para el cine, piezas de la liturgia, así como algunas piezas que me han comisionado. Pero cuando toco con la sección de metales, que es una parte de mi gran orquesta, sólo toco canciones. Así que en esta gira en México sólo tocaré canciones. Estoy promoviendo mi más reciente disco, ese es mi objetivo primordial, promover Champagne para gitanos.
Dices que no eres bueno para musicalizar películas, que son pocas tus colaboraciones, pero es a través de ellas que gente de otros países te pudo conocer.
Mira, un día un rey cazaba en el bosque, después de un rato paró para tomar un descanso en donde vio dos casas, él no sabía que en cada casa vivía un pintor, al entrar a una de ellas y descubrirlo, el rey le pidió al artista que fuera a su castillo para trabajar, su nombre era Leonardo da Vinci, el nombre del otro pintor no lo conocemos porque el rey no entró a su casa…
Te cuento esto porque así me pasó a mí, no soy un gran escritor de películas, pero me alegra que me conozcan por ellas, porque nunca trabajé para una película comercial y es hermoso que la gente vea una película no comercial, es gratificante saber que no todos van a ver a Schwarzenegger o algo así.
Y aunque creo que no soy muy bueno para escribir para cine, si me gusta tener imágenes en mi mente cuando escribo. En el disco Historias y canciones de bodas y funerales (2002), anterior a mi versión de la ópera Carmen Karmen a happy ending (2007), imaginé que componía la banda sonora de una película, lo único que le falta era la película, es la música de las películas que hay en mi cabeza y que podrían estar en la tuya, si eso es cierto, bueno, pues es un disco para ti.
¿Cómo seleccionas tu repertorio para los conciertos?
En cada uno de mis conciertos en México intento que sea completamente diferente, con música nueva, música de las películas, pero no hay un orden seguro, veo cómo reacciona el público y así decido. Lo único que espero es que la gente se divierta tanto como yo.
Hace un momento nos comentabas sobre tu postura frente las políticas anti migratorias que padecen en la actualidad los gitanos, ¿son tiempos difíciles para ellos en Europa?
Desafortunadamente nunca han sido buenos tiempos para los gitanos. Si piensas en la historia de los gitanos verás que ellos no han dado nada más que alegría. A lo largo de estos seis siglos que han estado entre nosotros sólo le han dado alegría a este mundo. Es la única minoría en la historia que no tiene ninguna violencia. No ha habido una violencia organizada por ellos.
Pero a lo largo de la Historia han sido esclavos, en tiempos de los zares rusos hasta los Balcanes, donde fueron llevados a los campos de concentración de Hitler, en un exterminio proporcional que tuvieron los judíos. Es por eso que realmente no me gusta ver cuando expulsan a alguien de un país sólo porque es gitano.
Y tampoco es bueno para un país, porque te imaginas que tengan que expulsar de Francia a toda la familia de Django Reinhardt, ellos dejarían un agujero enorme en su cultura. O que hubieran expulsado a los padres de los Gypsy Kings cuando escapaban de España por Franco, no hubieran tenido a los Gypsy Kings en la cultura francesa. Imagínate que hubieran expulsado a Charles Chaplin por tener sangre gitana, la Madre Teresa tenía sangre gitana… Ellos han dejado marcas profundas en nuestra cultura.
Algunas ideas gitanas que no están escritas son modernas para este mundo moderno, ¿cuál es la más moderna idea hoy? Es vivir hoy, no ayer, no mañana, sólo hoy. Esta es una idea gitana.




Una última pregunta, tienes “Alcohol”,  tienes “Champagne” ¿Tal vez sería posible un “Tequila?…

Me gusta beber alcoholes locales. Siempre traigo conmigo una botella que espero me pueda dar la sensación de volver a casa. No lo sé, cientos de veces he comprado botellas de Grecia con la intensión de beber algo que me lleve a casa, en Grecia son muy buenos con todo, el pescado, la carne, las ensaladas, pero no funciona. He intentado también con el tequila, con el ron, he viajado por los océanos bebiendo ron cuando arribo. Pero de alguna manera no sé cómo, sólo el alcohol local es lo que te ajusta geográficamente en donde debes de estar, así que beberé tequila aquí. (Ríe)
Muchas gracias.
Gracias a ti, cuando hablo con algunos amigos del mundo del rock, me dicen que no les gusta dar entrevistas o conferencias de prensa porque la gente siempre pregunta tonterías, pero yo siempre les digo que los tontos son ellos, porque así es como conoces a la gente que estará en tu concierto es esa parte del mundo donde estas parado. Y además si no lo haces, puedes perderte de disfrutar una la charla. Por eso, gracias por esta entrevista.

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