El sistema quiere imponer lo que dicen sus matrices de opinión: Carlos Fazio

  • «En temas clave hay una homosintonización del mensaje; es decir, distintos medios hacen lo que antes hacía la prensa escrita, repiten el vocabulario del poder», dijo el analista sobre el contenido de su nuevo libro Terrorismo Mediátido


Por Perla
Velázquez

Distrito Federal, 20/06/13, (N22).-  
El
pensamiento crítico de Carlos Fazio gira en torno a los medios de comunicación;
él propone la siguiente hipótesis: si los medios dicen que un suceso es verdad
y lo repiten, aunque el origen sea una mentira, la gente termina no solo
admitiéndola, sino que la hacen suya y la reproducen. Entonces, “ese es el
mayor triunfo del sistema: imponer lo que quieren sus matrices de opinión”,
aseguró en entrevista el autor de Terrorismo
Mediático. La construcción social del miedo en México
.

A partir de
la década de 1990 se estableció un nuevo medio de información: la televisión y la
radio ocuparon el lugar que por décadas estuvo a cargo del periodismo escrito.
La forma de análisis no cambió, pues según con el periodista uruguayo que
radica en México desde hace más de 30 años, la forma es la misma, sólo que el medio
es otro.

El estudio, que
presenta en su más reciente publicación, comienza con un examen de la guerra
contra el terrorismo que generó George W. Bush tras el ataque terrorista que
vivió Estados Unidos en 2001. Este análisis sirvió a Fazio para dar respuesta a
hechos que ocurrieron en México, tales como el asesinato de un conductor de
televisión, las elecciones del 2006, la huelga de la UNAM, el caso Atenco,
entre otros.

“Hoy
tenemos mucha información, pero digamos, que en temas clave hay una
homosintonización del mensaje; es decir, distintos medios hacen lo que antes
hacía la prensa escrita, repiten el vocabulario del poder y las matrices de
opinión que están dirigidas a defender el Status Quo”, señaló Fazio.

Esta
relación que en la actualidad existe entre el gobierno y los medios de
comunicación es grande, así como el contenido del libro. “Se pensó en un grueso
amplio, pero con una lectura que fuera de fácil digestión para todos”. El periodista
deja al lector un serie de explicaciones de cómo los medios han manipulado la
información, utilizándola como cortinas de humo para encubrir la política
mexicana.

“Lo que me
interesa destacar es cómo en caso de crisis el mensaje de poder se impone en
una misma sintonía; en el libro hablo de cómo una mentira ‘post torres gemelas’ sirve para invadir a Irak y se vale de un premio Pulitzer para que mediante las filtraciones que vienen de la Casa Blanca y del Pentágono reproducir noticias
que generaran miedo en la sociedad”.

Calderón, EPN y la televisión

El otro
eje fundamental que está detrás de esos medios es el capital y la plutocracia,
o sea, todos los poderes fácticos que en el último periodo -doce años- “estuvieron
dirigidos a que dentro de los marcos del sistema, dos candidatos pudieran llegar
a la presidencia”.

Felipe
Calderón Hinojosa es el primero de ellos. En el libro se plantea cómo mediante
los video-escándalos de Bejarano, en marzo de 2004, Televisa tomó una postura
política en torno a la manipulación de la opinión pública. Posteriormente con el
desafuero de Andrés Manuel López Obrador se comenzó a crear un ambiente
negativo hacia el candidato que postuló el Partido de la Revolución Democrática
(PRD) en 2006.

Por otra
parte, Fazio en su libro también toca el tema de la acumulación de fuerzas populares y
distintas movilizaciones anti sistémicas que por varias vías expresaban que querían
un cambio. Atenco y Oaxaca representaron otro obstáculo para los medios mexicanos.

“Calderón
fue puesto en los Pinos para generar una política de violencia que generara
caos y terror, un terror paralizante de la población. La guerra (contra el
narcotráfico) es en realidad porque había, a través de los hechos en lo popular,
una necesidad fuerte de un cambio y la plutocracia no estaba dispuesta a
permitir eso”, comentó.

¿Qué papel
jugaron los medios con el triunfo de Felipe Calderón?, se le cuestionó al
autor.
 Empezó la
política de normalización, en la televisión ya aparecían novelas entorno a la
violencia, series colombianas para mostrar que lo que sucede en México es
normal, así como alguna vez lo vivió Colombia. El trabajo fue primero de
aceptación encubierta, la gente no se da cuenta y después lo ve como algo
normal.

Según con
Fazio, a un año que Calderón terminara su mandato presidencial, éste ya tenía
un mayor dominio frente a las cámaras de televisión y en específico con la
prensa. Facilidad que el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, tuvo
desde antes de las elecciones de 2012. 

“El
trabajo político que ahora hay que empezar a construir es que México ya no es
un país de pobres y que Peña Nieto va a comandar un país que va para el
desarrollo. Hace un mes o dos meses que vino Obama no habló para nada que México
era un estado fallido, de que había una narcoguerrilla, lo que dice es que somos
un estado de clase media, un país próspero. Entonces se sacó el perfil de la
violencia de los seis años anteriores y ahora parece que vamos hablar del México
próspero”.

Apuesta por el ciudadano

Carlos
Fazio abre el diálogo para los medios de comunicación públicos y la sociedad en
general. La tarea que tiene la televisión pública es la que se ha mencionado
desde hace tiempo: presentar contenidos más críticos; sin embargo, aseguró el
escritor, Televisa tiene programas para cada uno de los sectores de la
sociedad, por ello es que ese avance será más lento.
“Pensar
que esos medios se van a democratizar es una utopía, si bien ingenuo, más que
una utopía lo que hay que potenciar es la otra parte, esa que es mas chiquita,
la de los medios públicos, de los medios independientes y apostarle a la
inteligencia de la gente,
pero bueno yo me quedaría con eso”, finalizó Carlos
Fazio.
En Terrorismo Mediático. La construcción social
del miedo en México
hay un objetivo claro, presentar los hechos tal y como
pasaron para que el lector analice los datos que él mismo vivió, pero en el
libro hay un plus: mostrar cómo funcionan los medios en la actualidad y que de
estos debemos desconfiar.

13MAG 

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