Francisco Hernández, sentado en un sillón, lee un libro «independiente»

  • Arlette Palacios, reportera, al lado de Gustavo Díaz, camarógrafo, recorrieron la Feria del Libro Independiente en el Bella época; además de encontrarse con Hernández (el poeta), descubrieron libros de 63 editoriales que transitan entre lo artesanal y el buen diseño gráfico

Distrito Federal, 06/06/13, (N22).-  


Por Arlette Palacios 

Cámara: Gustavo Díaz
La 4°Feria del Libro Independiente que este año se lleva a cabo en el Centro Cultural Bella Época ha acaparado miradas de una gran cantidad de lectores, y es que a pocos días de haber dado inicio, personas de todas las edades han asistido a presentaciones, conferencias, mesas redondas, a leer o comprar libros y a los encuentros “mano a mano”, en donde algunos autores hablan de poesía, arte, literatura y ensayo.

Justo a  la mitad de la librería se pueden observar un par de sillones negros, en donde todo aquel que quiera gozar de la buena lectura puede hacerlo, a unos cuantos metros se encuentra una sección de libros llamada «Libros Independientes», que son de pequeños tirajes, breves, diseñados con extremo cuidado, con formatos innovadores, únicos, títulos artesanales, o en grandes volúmenes también, pero todos con una creatividad e imaginación.
El poeta Francisco Hernández se encontraba sentado justo allí, en un sillón negro que parece ser de piel, leía detenidamente el libro Mal de graves de la editorial Almadía, mismo que presentará el 5 de junio próximo, al preguntarle sobre La Feria del Libro Independiente comento para N22 que “en México se lee muy poco, las cifras son aterradoras, ya que se leen 1.5 libros por persona o dos al año, a diferencia de otros países y me parece muy triste que así sea” y agregó que “La feria del Libro Independiente acerca a las personas al gusto por la lectura”.
En el espacio destinado a los Libros Independientes dos policías caminan de lado a lado custodiando que todo esté en orden, un par de televisiones se encuentran prendidas con un volumen moderado, pero nadie se percata de eso, ya que habiendo tantos libros, que son de poco alcance lo demás pasa desapercibido.
A lo lejos se observan dos personas jóvenes, una mujer y un hombre como de unos 19 y 20 años, observando detenidamente cada libro, de repente me acerqué a ellos y lo escuché exclamar “se ve que está bueno este libro”, mientras hojeaban La gramática del tiempo de Leonardo Da Jandra de la editorial Almadía, un libro con una portada azul muy llamativa, ya que al abrirlo se puede observar parte del reloj que lo ilustra.
Pero no eran los únicos que se encontraban allí, un señor de avanzada edad caminaba de lado a lado, mirando detenidamente cada una de las editoriales y sus libros, mientras que un niño de aproximadamente 11 años de edad se sentó en el piso, sin importarle que su reluciente pantalón blanco se ensuciara, nada le importaba más en ese momento que abrir su libro de grandes figuras y llamativos colores, y disfrutarlo justo enfrente de un gran mueble rojo en donde se exhibían libros de la editorial Sana Colita de Rana.

Otros lectores acuden a leer o comprar libros, ya que allí pueden encontrar más de dos mil títulos de diferentes editoriales entre las que se encuentran Ediciones de educación y cultura, La caja de cerillos, El salario del miedo, Morbo, Verdehalago, Trilce, Soy Cuba, Averinto, El naranjo, Posdata editores, Editorial Resistencia, Alias, Taller Ditoria, La cabra, Nitrol Press, Sana colita de Rana, Generación, Moovil, ALDVS, Cal y Arena, CIDCLI, Simiente, Astrolabio, CE-ACATL, AVIEO, Petra, Generación, Bonilla Artigus, Floricanto, Mantarralla, Amarillo Torres, Proyecto Literal, Libros Magenta, Elephas, Vaso Roto.

Ademas de ediciones Acapulco, que resalta por sus libros en formato tipo revista, así como también Taller de ediciones económicas. La cartonera, en donde todos los libros sin excepción alguna tienen una portada de cartón con dibujos creativos que parecen haber sido pintados con acuarelas a mano, Bonobos, Almaqui, Quimera, Molto, Parentalia en donde los libros parecen folletos de colores, Mangos de Hacha, la editorial que se distingue por sus libros de potada bicolor, aunque prevalece el blanco, Artes de México, que es una revista de gran grosor y tamaño, Arlequín, en donde las portadas son peculiares figuras, uno de ellos y el que más atrajo mi atención es el de Recuerdos de Martha Cerda, en donde el pie de una mujer está lleno de espinas y cubierto con un zapato de tacón de color rojo; Mantis, libros delgados y chiquitos; Verso Destierro, son extremadamente delgados, parecen ser libros de bolsillo; Ame Quemecan, Itaca; Tumbona: una editorial que se distingue de las otras por tener libros muy pequeños casi sin letras, con abundantes dibujos, que al moverse  de forma secuencial son un Storyboard. Sexto Piso, Ficticia, Textofilia, Práxis, Sin nombre; Ermitaño: que se distingue de los demás porque la mayoría de sus portadas parecen ser de papel Craft y son desde tamaño carta hasta un pequeño libro que tiene forma de separador. En el gran mueble se observa un escalafón literario de dimensiones simétricas en donde están el  Milagro, Ediciones y gráficos Eón, sin dejar fuera a Almadía, que algunos de sus libros parecen estar en 3D.
Los lectores podrán disfrutar de la 4° Feria del Libro Independiente que se encuentra en la Librería Rosario Castellanos ubicada en Tamaulipas 202, Hipódromo Condesa, en la Ciudad de México, hasta el 19 de junio de 2013. En México existen desde hace 30 años por lo menos 63 sellos pequeños y medianos, algunos de ellos agrupados en la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI), pero todos buscan año con año el concepto de negocio para sobrevivir en un mercado editorial con escasos lectores y librerías. 
13MAG 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *