El mismo tiempo o el tiempo mismo es el tema de Dalí Corona

  • «Apostar por los creadores de cultura, creo que es lo más sensato que puede hacer un estado o un gobierno»: Corona, sobre las becas y premios literarios  

Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)

Distrito Federal, 19/03/13, (N22).-
Hablar y ver las situaciones
de forma diagonal, me ayudó a hacer poemas en el tiempo que ahora vivo. Decía
Borges que lo único que es igual para todos los seres humanos, sin importar
cuánto nos detestemos o cuánto nos amemos, es el tiempo; ese pasa de la misma
manera para todos. Además, del tiempo cotidiano, tenemos el tiempo que sólo nos
afecta a nosotros, el sol siempre es el mismo, pero alumbra en un lugar
distinto. El tiempo siempre es el mismo, pero nos afecta diferente a todos”,
explicó el poeta Dalí Corona.
Cartografía
del tiempo
es un libro dividido en 
cuatro partes: “el insomnio”, “la calle”, “la casa” y “la infancia”.
Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Juvenil Francisco Cervantes  2012.  Su autor ha sido becario del FONCA  y actualmente de la Fundación para las Letras
Mexicanas.
Entretanto, Corona aseguró
que el libro “intenta servir como puente en la comunicación con mi hijo, no
pensé en el lector, me parece un argumento ficticio, no sabemos si va a haber
lector o no. Lo que hago es primero explicarme a mí cómo funcionan las cosas,
una vez que me explico y particularizo las cosas, para mí es más fácil que la
gente se acerque”.
Para Dalí, particularizar las
cosas las hace universales, es decir, “no decir un río sino el Usumacinta, no
decir una colonia, sino decir Coyoacán, particularizar las cosas tiene una
fuerza muy importante”.
Los poemas que componen el
libro hacen alarde sobre la vida de un observador que advierte las cosas desde
lejos, no se introduce en los hechos; sin embargo, parte de sucesos
significativos desde un tiempo real y presente.
“La mayoría de los poemas
están escritos, como si yo viera mi vida desde un extremo distinto. Ponerme a hacer un poema como si fuera un niño era
difícil y sería deshonesto porque no partí de una experiencia vital, ahora hago
el ejercicio reflexivo. Escribí acerca de mi tiempo y la correspondencia del
tiempo de mi hijo, entender que funcionamos en la misma medida, pero en
distintos lugares”.
Asimismo, en los versos se
advierte el hastío del narrador, una serenidad que pudiera rayar en el
desinterés: “los poemas son cuasi domésticos, sólo me faltó escribir sobre la
lavadora. En ese sentido, el argumento hace que reflejen un cierto cansancio y desazón
que nos hace estar cansados. Antes salía mucho, pero de un tiempo para acá mis
actividades se centran en mi casa. Escribir de la casa dentro de la casa, esta
redundancia constante me genera desánimos”.
Sin embargo, no se trata de
letras que veneren el fastidio, para Dalí se trató de encontrar la virtud en la
paciencia: «aprendí mucho de la paciencia con Antonio del Toro y Fabio Morábito,
a Morábito leyéndolo y a del Toro trabajando con él. Aprendí que las cosas quietas tienen
importancia, es lo que oculto y hay que rebelar. No sólo este vértigo, es
necesario detenerte y ser paciente,
esperar a que las cosas ocurran porque nos puede pasar algo susceptible de
mencionarse».
En Cartografía del tiempo, los vasos comunicantes se enlazan a través
de los afectos de Corona, su familia y la casa donde habita.

“Creo que no sólo hay que
celebrar los estado álgidos del corazón como la tristeza, la locura, el
desazón; también hay que celebrar la felicidad, porque la vida es bella y la
dicha necesita celebrarse. Intento que sea un libro del presente, si no se
refleja en los poemas, sí en la experiencia vital de la poesía”, abundó.
Caso aparte, pero afín, Dalí
Corona, quien ha recibido varios becas y premios por parte del estado, señaló
que los incentivos son urgentes, ya que “lo único que sobrevive de los pueblos
es su cultura, apostar por los creadores de cultura creo que es lo más sensato
que puede hacer un estado o un gobierno”.
“Necesitamos entre nosotros
reconocer la labor de nuestros creadores, no recuerdo que se den premios a la
dramaturgia joven, se va al teatro pero o se compran libros para leer teatro,
la dramaturgia está un poco relegada. La poesía también, se piensa que es “de
viejitos”, leímos a Bonifáz Nuño cuando se murió, pero ahí estaba en CU, estaba
Alí Chumacero, Carlos Montemayor y están nuestros poetas como Héctor Carreto, hay que
ponerles atención”, añadió.
Por parte de los creadores,
Corona puntualizó que “entre nosotros debemos celebrar nuestro trabajo. Creo
que eso fortalece el papel de la literatura, del arte, y por ende, fortalece el
papel de una sociedad, de un país y es necesario”.
En
cuanto a las cuestiones socioculturales y políticas, dijo: “lo que haría falta
en estos tiempos de reforma educativa, es priorizar la lectura, en todos los
aspectos, y además, no ponerle trabas.
Por ejemplo, promover la lectura 15 minutos diarios y al mismo tiempo llenar la
barra programática de una sarta de argumentos que te incitan al consumo y no a
la reflexión, no tiene sentido”, concluyó.
Cartografía
del tiempo
se presentará el miércoles 20 de marzo a
las 19:00 horas, en el Museo del Estanquillo. Estarán presentes Ramón
Castillo, Francisco Conde y el autor.
13MAG 

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