Sergio Pitol se profesionalizó fuera de la literatura; ahora los escritores están bajo el canon «Fonca»

  • Aunque comenzó su literatura de forma tardía, Pitol rompió estándares en las letras mexicanas, al traer tradiciones inglesas y de la Europa del este: Ignacio Sánchez Prado

Por Perla Velázquez

Distrito Federal, 19/03/13, (N22).-
Los retos que enfrentó Sergio
Pitol como escritor eran diferentes a los de la actualidad. Él viene de una
generación que se profesionalizó fuera de la literatura; era diplomático. Los
escritores de ahora, son escritores Fonca. Tal vez Sergio en su juventud no
hubiera recibido una beca de éstas, porque su estilo siempre estuvo fuera de
los cánones de lo que se escribió en México, los cuales difícilmente hubieran
sido premiados por un sistema institucional como el que tenemos, comentó en
entrevista el ensayista Ignacio Sánchez Prado.

La infancia del autor de Nocturno de Bujara la marcaron dos
hechos: la muerte de su madre a los cuatro años y la malaria, enfermedad que
provocó un encierro por más de un lustro de Sergio Pitol. Pero la idea de
viajar y conocer el mundo lo alentó para modificar su vida y su labor
literaria. El escritor ha reconocido que “en esos años de errancia se conformó
el cuerpo de mi obra”. A 80 años de su nacimiento, sus trabajos en la escritura,
en la diplomacia y en la traducción han sido reconocidos por el gobierno de
Polonia, y por la UNAM, al envestirlo como Doctor Honoris Causa.

Brillante escritor tardío y viajero
“Es un escritor que floreció
relativamente tarde comparado con los de su generación. Lo importante que hace
Sergio es que cambia las genealogías de la literatura mexicana. Con su trabajo
de traductor trae a México líneas de escritura que vienen de la tradición
inglesa y de la Europa del este, eso le permite desarrollar una literatura
erudita que a la larga logra crear ciertas bases para romper con los estándares
de la literatura más modernista de mediados de siglos de México”, expresó Sánchez
Prado.

La formación profesional de Pitol
estuvo a cargo de la UNAM en donde estudio Derecho y Letras. En 1960 se estableció
en varios países europeos. En esa década fue embajador de México en
Checoslovaquia. Según Ignacio Sánchez, el que un escritor se vuelva
diplomático tiene que ver con la tradición del Servicio Exterior que siempre
les ha dado una posición especial a los escritores, cuyo lugar no tiene que ver
con una vocación de ser escritor.

“Lo que hizo Sergio Pitol es que
estuvo en un lugar inusual, no estuvo en Argentina o en Estados Unidos. No es
un diplomático que fue a hacer burocracia, sino fue un diplomático que
estableció una relación significativa con las tradiciones culturales a las que
se enfrentó”. El escritor fue consejero cultural en Francia, Hungría, Polonia y
la Unión Soviética.

Pero el trabajo literario de
Pitol se creó a partir de la traducción de ciertos escritores. Reformular a
partir de esos estilos una manera de escribir en México es lo que se refleja en
Tríptico de Carnaval. “La clave de
Pitol fue leer. Él leyó una literatura que nadie leía en México, la tomó en
serio y la usó para escribir una escritura que nadie escribió.


“Al traducir lecturas al español
lo que hace un traductor es generar un contexto de sus propias novelas y
ensayar el estilo del escritor que influye al momento de traspasar de un idioma
a otro. Lo que hizo Pitol como traductor fue estudiar de manera detallada el
estilo de los autores que le influyen y le interesaban para poder después
aplicar eso”, dijo el coautor de Línea de
sombra. Ensayos en torno a Sergio Pitol
.

Pitol traductor
El escritor poblano ha traducido
a distintos autores como Joseph Conrad, Henry James, Robert Graves, Witold
Gombrowicz. Esta pasión literaria fue la que llevó al cuentista a escribir
desde 1960 hasta hace pocos años obras como Infierno
de todos
, Domar a la divina garza, La
vida conyugal
y Juegos florales.

“Para mí es el mejor cuentista de
los años 70’s. En los 80’s fue un novelista muy importante con el libro El desfile del amor y en los 90 se
vuelve un gran ensayista con El arte de
la fuga”
, explicó Ignacio Sánchez Prado.

Sergio Pitol ha obtenido
distintos galardones por su trabajo literario, entre los que destacan el Premio
Xavier Villaurrutia en 1991 por el libro de cuentos Nocturno de Bujara, Premio Narrativa Comala en 1992, Premio Juan
Rulfo en 1999 y Premio Cervantes en 2005.

“Sergio Pitol es un escritor muy
valiente porque no se fue por la línea que ya estaba trazada en la literatura,
sino creó su propio camino. La independencia que él siguió como lector y como
escritor y la forma en que le dio vuelta a la escritura mexicana es una lección
muy importante para los escritores jóvenes
”, finalizó Ignacio Sánchez Prado. 
13MAG 

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