El albur, un juego como el ajedrez

  • «El albur es altamente identitario, es patrimonio de nuestra cultura, no existe en ningún país hispanohablante».
Por Leslie Varela

CIUDAD DE MÉXICO México, (N22).- 

“El albur puede ser muy chistoso o muy doloroso porque no se sabe
responder, no se sabe qué hacer, entran en juego los complejos, es un jaque
mate con palabras”, en opinión de Alfonfso Hérnandez.
La filóloga Concepción Company y el crónista Alfonso Hernández rindieron homenaje al fallecido autor de Picardía mexicana, Armando Jiménez,
compilador de dichos y frases de la cultura popular mexicana del siglo pasado.
De
acuerdo con Alfonso Hernández el albur es un juego de palabras que implican
ingenio y dominio del otro sobre una situación, circunstancia o palabra que
permite el desarrollo de una expresión de doble sentido.
Para
Concepción Company el albur es ante todo: lengua, produce un efecto
lingüístico, semántico  y social, posee
una categoría lexica de profundidad histórica, implica un desplazamiento de
temas tabúes, a través de la ruptura de relaciones entre significados y
significantes dentro del lenguaje.
“Cuanto
más agresiva y más inesperada sea la ruptura, más efectiva es la picardía, el
albur, el chiste, el refrán, el dicho, etcétera. Un albur es una metáfora, está
fundamentado en la sexualidad, hay una homosexualidad velada, es un juego de
machismo. Lo utilizan primordialmente los hombres pero también las mujeres; el
albur es un juego interactivo: yo digo algo y me responden y vuelvo a
responder, se degrada al otro que es el interlocutor del juego. El albur es
exclusivo de México, debemos estar orgullosos y además fomentarlo, cuidarlo
porque es altamente identitario, es patrimonio de nuestra cultura, no existe en
ningún país hispanohablante. México tiene la actividad de alburear, el concepto
de albur no se entiende si no se ha vivido en México”.
Al
respecto Alfonso Hernández se pronunció en contra de la idea de que el albur
sea una situación velada sobre la homosexualidad: nosotros en Tepito no
estamos muy de acuerdo con esa connotación homosexual; es básicamente un juego
en el que entra en juego la sexualidad, el lenguaje verbal, corporal, visual;  lo que se trata es de reivindicar todas esas
expresiones que se dan a través de los cinco sentidos, refleja la identidad
mestiza, en el albur se utilizan palabras, vocabulario, juegos de lenguaje,
pero que en la Academia identifica con otras connotaciones.
La identidad social y las contradicciones subyacen en el albur

«La picardía urbana
y rural son producto neto de las contradicciones socioculturales y, en su
perfil más logrado, rompe y multiplica los límites significativos de las
palabras, donde cada generación, oficio, ideología y género son quienes
formulan los códigos del albur rimado, son de una gran riqueza explicativa
acerca del hecho cultural barrial, transgresor y contestatario, cuya
sobrevivencia contiene mecanismos de comportamiento, carácter e identidad
social, digerido, fermentado y hasta eructado”, añadió Hernández.
Al
finalizar el encuentro, Alfonso Hernández, director del Centro de Estudios
Tepiteños invitó al público a participar al “Diplomado de Albures finos”, un
curso gratuito de cuatro sesiones que incluye un recorrido por el barrio de
Tepito, se busca preservar la cultura del albur y contribuir a la
desestigmatización de la zona. El diplomado comenzará el próximo 14 de mayo.
Mayores informes: Galería José María Velasco, en Peralvillo N. 55, colonia
Morelos, Delegación Cuauhtémoc.
A
tres años a cumplirse el aniversario luctuoso de Armando Jiménez, en el mes de
julio, su libro Picardía mexicana, sigue siendo una de las publicaciones
de mayor éxito en el mundo editorial en México.   
13AM

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