En todos los países hay jóvenes desaparecidos por la violencia

  • El protagonista de la novela «Los Sapos de la memoria» es un adolescente que transita de la dictadura militar argentina a la democracia 

Por Alizbeth Mercado (@alizbeat)

Distrito Federal, 31/01/13, (N22).-  

Más allá de que refleje el
tema puntual y esté contextualizada, esta historia de ficción (no es
biográfica, ni autobiográfica) montada
en la literatura realista, está en el contexto de la dictadura militar argentina que es una realidad social puntual; pero es absolutamente transferible a las realidades diversas de Latinoamérica.
La viven probablemente los jóvenes que están en Sinaloa con el tema del
terrorismo narco, los jóvenes de Honduras con el terrorismo político o en
Colombia con la violencia que está, por suerte, aquietando. Puede estar
contextualizado en cualquiera de éstos, porque en todos los países hay
desaparecidos en México, Colombia, Perú; en todos los lugares donde la violencia
fue el modo de resolución de tal o cual situación política o económica, (en
definitiva son casi primas hermanas), ha habido jóvenes que necesitan
reconstruir la identidad de su persona y de su pueblo para mirar al futuro”, así lo expresó la escritora argentina Graciela  Bialet. 

La novela escrita por ella Los
Sapos de la memoria
(Conaculta, 2012) es un texto contado por Camilo, joven
huérfano a consecuencia de la dictadura militar en argentina. Este libro fue el
primero en tratar el tema de los desaparecidos y la violencia en el país del
cono sur.

Graciela Bailet, autora del
volumen, comentó en entrevista el significado de crear un personaje que se
desarrolló a la par de la mudanza hacia la democracia.

“Fue una transición muy
esperada, muy compleja, dolorosa, una transición que vino con una guerra de por
medios, La guerra de las Malvinas, una guerra absolutamente absurda e injusta,
tramada por los militares que estaban usurpando el poder en el país. Fue una
transición compleja y difícil”.

 “La violencia fue un flagelo y creo que sigue siendo un flagelo en la humanidad”
El libro en realidad empezó
a escribirse a mediados de la década de 1980, se publicó en Argentina por primera
vez a mediados de los noventa y tuvo ese tiempo de maduración para poder tomar
distancia con ese paso tan dramático de un estado de terrorismo permanente. El
traspaso de una guerra donde murieron muchos soldados jóvenes, a una democracia
que no tenía ninguna experiencia porque veníamos de un golpe de estado tras
otro. Fue complicado pero salimos airosos, agregó.

Las dictaduras emplean la violencia como mecanismo de coacción, para
Graciela la violencia fue un mecanismo innecesario pero que muchas fuerzas de
izquierda tomaron como forma de frenar los golpes de estado. “La violencia fue
un flagelo y creo que sigue siendo un flagelo en la humanidad”, comentó.

A través de la desaparición
de sus padres, Camilo reflexiona sobre las posiciones de distintos grupos con
respecto a la violencia política o a la pacificación, “él va reconstruyendo -como reconstruyen los jóvenes sus vivencias-,  a través de cosas desorbitadas como ir a un
hipnotizador para ver si con la hipnosis recuerda a sus padres, o apelar a
confrontaciones que no lo llevan a buen puerto, finalmente en el camino de esa
búsqueda encuentra el amor y reconoce que las verdades se encuentran de apoco, con palabras
y en un ambiente de paz”, abundó Bailet.

La dictadura fue un tema tabú en la literatura para niños y jóvenes 
“El personaje es un joven
porque en la época en la que escribí la novela, los jóvenes estaban siendo los
hijos de la generación diezmada. Camilo está queriendo saber a través de su
propia búsqueda de la identidad, saber qué pasó, qué  sucedió que a él le diezmaron la vida, cómo
reconstruyó a partir del saber una comunicación que él tenía interrumpida con
su pasado, lo que le impedía analizar perspectivas para el futuro”.

Parafraseando a Roland
Barthes, quien menciona que cada cultura tiene relatos que reflejan la esencia
misma del hombre, ¿qué reflejo de la dictadura se percibe en la literatura argentina?,
Graciela respondió que “en la literatura para niños y jóvenes fue un tema tabú.
Cuando apareció el libro en Argentina, era un tema que muchos de mis editores y
amigos escritores me editaban otras cosas pero este libro no, decían “mejor no
hablar de este tema». 

«Fue el primer
libro que se escribió en mi país de este tema y por mucho tiempo el único,
ahora luego de los Juicios por la Verdad desde el año 2004 hay muchísima
literatura y muy buena al respecto”.

Los
sapos de la memoria
es una edición de la Dirección General de
Publicaciones de Conaculta, hasta ahora inédita en México.
13MAG 

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