- José Narro Robles, rector de la UNAM, pugnó por una laicidad que construya una sociedad más tolerante
Por Irma Gallo (@Irmagallo)
CIUDAD DE MÉXICO, México, (N22).- Ante las recientes reformas constitucionales a los Artículos 24 y 40 de la Constitución para afirmar el estado laico, y por otra parte, las propuestas del Episcopado mexicano de promover la educación religiosa en las escuelas públicas, así como la constante y creciente criminalización de las mujeres que deciden abortar en algunos estados de la República, la UNAM, a través del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), inició esta mañana el Seminario de Laicicidad en la Educación, con la cátedra extraordinaria «Benito Juárez».
Diego Valadés fue uno de los invitados especiales quien dijo que «este tema, hace algunos años, que se ha visto sólo con una perspectiva histórica. Hoy, lo vemos como una forma de examinar uno de los problemas cruciales de nuestro tiempo. Hoy que damos la bienvenida a las dos reformas constitucionales, al 24 y al 40, que estoy seguro se traducirán en avances significativos para la consideración del sistema laico de nuestras instituciones.
«Más allá de las consideraciones estrictamente académicas que podamos tener aquí, hay problemas tangibles que están afectando en este momento la libertad de muchas mujeres en el país. No nos ha sido posible a quienes hemos estado trabajando en este tema, identificar el número exacto de las mujeres que han sido privadas de su libertad, que han sido procesadas por homicidio calificado por virtud de las reformas constitucionales introducidas en 18 constituciones de los estados, que lesionan los derechos de la mujer», dijo Valadés.
Tanto en su intervención en la ceremonia inaugural, como en la breve conversación que sostuvo con la prensa al término de ésta, el rector de la UNAM, José Narro Robles, apostó por el enfoque de la laicidad como tolerancia y conciliación: «ya se dijo aquí, pero no está demás reiterarlo: laicidad es equivalente, sinónimo, traductor, de libertad, de pluralidad y de tolerancia. Y en consecuencia es un extraordinario antídoto para el dogmatismo, para la cerrazón, para las verdades únicas, para el pensamiento mágico que desafortunadamente en muchas áreas de nuestra sociedad, no sólo en nuestro país, en muchas otras latitudes, sigue teniendo prevalencia.
«La inclusión, en el texto constitucional, de una característica, en nuestra forma de organización política, la República laica, representativa, federal, es un paso hacia adelante. Tenemos, otra vez -yo vuelvo a insistir en eso-, que ser tolerantes, absolutamente tolerantes, con otras formas de ver las cosas. Mientras no tengamos pasos atrás, no tenemos por qué estar criticando a quienes tienen una visión distinta a la que algunos de nosotros sostenemos y mantenemos», concluyó el rector.
Sin embargo, dijo Narro, uno de los grandes pendientes es revisar las acciones por las cuáles actualmente se criminalizan a ciertos sectores sin respetar sus derecho.
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