Falta de desarrollo sustentable en México es un problema social y económico

Por Perla Velázquez 

Ciudad de México, México, 08/01/13, (N22).-
Al comenzar el 2013 algunas instituciones académicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) la Academia Mexicana de Ciencias dieron a conocer algunos de sus avances tecnológicos e investigaciones sociales sobre la urgencia que tiene el país en el cuidado del medio ambiente, a través del desarrollo de ecomateriales, pero también en la necesidad de mejorar el nivel económico y educativo de la población para hacerla consciente del cuidado ecológico.

Al respecto, Mireya Ímaz Gispert, de la Agencia Ciudadana de Ciencia -quien realiza una encuesta al respecto- dijo que el medio ambiente es un tema que enlaza al planeta, y que pensar en ello, mejorará nuestra calidad de vida y nuestra sobrevivencia como especie. Es por ello, que la agencia N22 presenta el siguiente reportaje sobre qué es el «desarrollo sustentable», al mirarlo desde sus diversas aristas:  
El desarrollo sustentable y su arista socio económica
Por Perla Velázquez

El desarrollo sustentable es una
alternativa para el crecimiento económico, como para el beneficio social a
través de procesos pro ambientales. México es un país que tiene una lenta y
tardía evolución en esta materia. Ejemplo de ello es la poca
información que hay acerca del tema.

Al pensar en el desarrollo
sustentable, uno de los primeros referentes que se tiene es lo relativo al
ambiente; pero éste no es el único tópico en donde aquel influye. Existen dos
premisas que complementan a esta designación: la económica y la social.
La premisa social
La energía solar es una forma
ambiental de producir energía, es decir, en la fabricación de ésta no se afecta
al planeta, además de que “ayuda a prevenir el cambio climático, por todos
estos combustibles que son la quema de fósiles”, explicó –en entrevista-
Fernando González, capacitador de la empresa México-Alemana Energía Solar
(ENESOL), la cual está comprometida en tener un manejo más sustentable, “en
particular de la energía”.
En la actualidad, el principal
beneficio que se busca con la energía solar es que haya una menor dependencia
de los combustibles fósiles. “La energía que proviene del sol es una energía
renovable, porque el sol siempre va a estar brillando, es algo que es
permanente”, señaló, por su parte, Omar Rojas, director de la Ingeniería en
Desarrollo Sustentable del Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad de México en
entrevista exclusiva para N22.
A pesar de que este tipo de
recursos no se han empleado de la manera necesaria para combatir la quema de
combustibles, el cambio climático y la estabilidad social, algunas empresas e
instituciones educativas en México se dirigen al desarrollo sustentable como
una escapatoria para el cuidado económico, ambiental y social del planeta.
Ventajas en zonas rurales
La electricidad es un servicio
que está posicionado como uno de los principales para el desarrollo, pero en
las zonas rurales pocos son los que cuentan con esta prestación. El acceso por
medio del cableado que se utiliza en una ciudad resulta demasiado costoso para
estos lugares, es por eso que la energía solar se ha convertido en la
alternativa viable para acercar el desarrollo a las comunidades.
En estas localidades se han hecho un mayor número de instalaciones fotovoltaicas, dado que “elimina la parte de la
contaminación visual al prescindir del cableado” y lo sustituyen por celdas
solares en carreteras, escuelas, parques y campos de futbol. Por otra parte, se
“contribuye a generar mejoras, porque si el problema es un pozo de agua, hay
bombas que se pueden facilitar por medio de paneles”.
La contribución social que
permite este desarrollo también está dirigida para dejar de expulsar mayor
número de emisiones a la atmósfera, lo cual derivará “en menos daños a la salud,
y empezar a emigrar a este desuso de la quema de combustibles es un buen paso”,
añadió el docente del TEC de Monterrey.
La premisa económica
La otra premisa para que a la
energía solar se le considere parte del desarrollo sustentable es la cuestión
económica, aunque paralelamente se encuentran dos maneras de ver a este tópico.
Una de ellas es la limitación que existe para adquirir la tecnología.
“Si estamos hablando de familias
que tienen dos salarios mínimos, todavía no es muy alcanzable, por eso lo que
está haciendo el gobierno -tanto el federal como el de la ciudad- es fomentar
el cambio en la mentalidad de las personas”. En opinión de Omar Rojas, más que
un cambio de recursos, se necesita de una concientización ecológica que abarque
el campo humano y tecnológico.
Al otro lado de la moneda está la
recompensa para las personas que sí pueden adquirir estas celdas solares, la
inversión que harán será recuperada y “por primera vez en la historia tenemos
una alternativa para poder contar con un equipo que nos hará salir de esas
tarifas de alto consumo doméstico (DAC)”, puntualizó Fernando González de
ENESOL.
Diversas empresas europeas fueron
las que comenzaron a invadir el mercado de celdas fotovoltaicas a un precio
elevado. Pero la oferta que está en México recae en “integrar de una manera
particular a cualquier comunidad que esté en carencia para poder
desarrollarse”, así ENESOL se adapta a las necesidades de un cliente para
ofrecer un producto que él mismo diseñe.
La inversión a largo plazo
En 2007 el Centro de Investigación
en Energía (CIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México inauguró la
primera planta fotovoltaica de nueve kilovatios, la cual produce energía para
el consumo de una edificación completa -12 cubículos y tres laboratorios.
Durante este acto el director del CIE rescató la idea de invertir más en
“investigación y desarrollo para poder aprovechar los recursos renovables, de
otra forma es que tendremos que exportar tecnología”.
Para este año el presupuesto que
se le dio a la Función Ciencia, Tecnología, e Innovación constó de 43 mil
millones de pesos y más del 76% de éste se destinó a sueldos, seguridad social,
papelería y equipos de cómputo. El restante que le dejan a la investigación, el
desarrollo y la innovación –como la se demanda- quedó desfasado a
pesar de que el país tiene una buena ubicación geográfica para explotar dicho
recurso.
“El territorio mexicano tiene un
gran potencial, a diferencia de otros países, de recibir energía solar”. Debido
a la ubicación geográfica, el desierto de Sonora es una de las cinco zonas más
insoladas del mundo y la Ciudad de México recibe el 80% de la radiación que cae
en este lugar.  A esto el presidente de
la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), Vicente Estrada, afirmó que el
mercado está creciendo y se espera que para este año se duplique la manufactura
de celdas solares.
Hacia una cultura integral
Sin embargo, el especialista del
TEC de Monterrey explicó que “si nosotros empezáramos a utilizar el silicio en
la construcción de estos paneles podemos agotar este producto en 20 años”, es
por ello que el esfuerzo financiero y social se debe de cimentar bajo una nueva
visión cultural e integral.
Las instituciones educativas –TEC
de Monterrey, UNAM y el IPN- ya cuentan con celdas solares instaladas en sus
espacios y pugnan porque la concientización ecológica prevalezca en estos
tiempos. Pero no sólo la educación se da en las inmediaciones de estos lugares.
Empresas como ENESOL ya cuentan con cursos “para tratar de acercar la energía.
No sólo ofrecemos productos, también damos capacitación. Nosotros nos aventamos
junto con el participante para que se llegue a una solución”.
El objetivo de estos cursos es
que los asistentes presenten su necesidad y con base en ello poder trabajar en
un diseño que sea avalado con tecnología ecológica.  
Hoy día, se espera que el cambio
en los hábitos ambientales tenga mayor impacto en el futuro y la vida climática
se una de las mayores beneficiarias en este tema. 
12MAG 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *