Especialistas coinciden sobre el crecimiento del castellano en internet

DISTRITO FEDERAL, México, (N22/Conaculta).- Las industrias creativas y culturales se posicionan como cuarto sector de importancia en la economía mexicana después de la maquila, el petróleo y el turismo. Esto se refleja en un crecimiento del valor de la cultura que pasó de 6.7% en 1998 a 7.3% en el 2003.

Así lo expuso el economista Ernesto Piedras durante su intervención en la mesa  “El valor económico del español en la pantalla” realizada la tarde de hoy miércoles 12 de septiembre en el marco del Segundo Simposio Internacional del Libro Electrónico” en el Museo Nacional de Antropología.

En la mesa moderada por el periodista y gestor cultural, Eduardo Cruz, también participó el consultor internacional de empresas y organismos públicos, Roberto Igaza y el fundador y director de Leer-e, empresa orientada desde 2005 al libro electrónico.

Piedras agregó que el 2.34% del PIB (Producto Interno Bruto) corresponde a la industria editorial, una de las industrias culturales con mayor importancia en la economía al generar 750 mil empleos y más de 75 mil unidades económicas.

Mencionó que a pesar de que la forma de apropiarnos de los contenidos es cada vez más digital, existe una preferencia por el soporte físico tradicional a través del papel.

“La oferta de contenidos nacionales en materia de libros la veo muy limitada, nos podemos quejar de que el lector siga en el impreso, pero a la industria editorial la veo aferrada en el papel. En México a diferencia del caso español no se ha dado el paso hacia allá”.

Como parte de las cifras, destacó que de las 2.76 millones de tabletas en el país, 65% se usan para leer, mientras que existen 178 mil libros  electrónicos y los usuarios en promedio tienen un acervo de 14 libros en sus dispositivos, lo que aún resulta una cifra baja.

Concluyó que el mercado del libro electrónico en México es muy limitado ya que representa un bajo porcentaje del total de la industria editorial aunque es un mercado en fuerte expansión que se suma a la escasa disponibilidad de dispositivos electrónicos en el mercado.

Entre las causas se encuentra la necesidad de disponer de una tarjeta de crédito para adquirir un libro electrónico y la banda ancha, pues descargarlos requiere conectividad y la realidad refleja que solo existen 14 millones de accesos de banda ancha para todo el país, por lo que queda trabajo por hacer.

Imagen:http://bit.ly/SI4Ykc
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