Los Rolling Stones, a sus 50 años, un asunto íntimo y perdurable

Por Noé Cárdenas
DISTRITO FEDERAL, México, 12/07/12, (N22).- Fue exactamente hace cinco décadas que una imberbe banda
blanca que tocaba blues se presentó en el Marquee Club de Londres por vez
primera.
La fecha es hoy un acontecimiento, pues en aquel
entonces el mundo aún no sabía que aquellos chicos apasionados por los discos
de Chuck Berry y Bo Deedly llegarían a convertirse, por sus méritos y
aportaciones, en la banda de rock más grande del mundo -como ellos mismos
dijeron ser unos años después.
Los Rolling Stones surgieron en el momento más
oportuno y en el lugar más adecuado: la bohemia de los 60 estaba en su apogeo y
una sacudida rebelde al establishment era inminente: su manager, Andrew Loog
Oldham, supo advertir el potencial sexual en la androginia de Mick Jagger, en el
machismo obrero en Keith Richards y en la elevación del yo a través del virtuosismo
musical y del despeñadero en las drogas de Brian Jones, el más británico de los
músicos británicos.
Progenitor del nombre del grupo y encauzador de la
primera alineación, que incluía al pianista Ian Stewart, Brian Jones vería
minado su liderzgo en la banda ante la dupla Jagger-Richards que marcaría el
estrellato de los Stones, ya no haciendo covers, sino escribiendo rolas
originales. La extraordinaria base rítmica que haría perdureable el sonido de
los Stones ya estaba inscrita: Bill Wyman en el bajo y Charly Watts en la
batería.
No bien había pasado 1964, el año del primer álbum
de los Stones, cuando la banda ya se enfilaba a conquistar los Estados Unidos. Hits
como “Get out of my cloud”, “Satisfaction”, o “Paint it black” estaban llamados
a ser clásicos del rock de los 60 y material básico para el rock de las eras
subsiguientes.
A partir de 1967, los Rolling Stones representaban
una amenaza viva para la sociedad. Sus miembros fueron sujetos de escándalos
relacionados con posesión de drogas, situación que contribuyó a incrementar su
fama como líderes de una forma de vida que trasciende la música y que hasta hoy
no ha cesado: e rock and roll.
Para entonces, los Stones habían cambiado de
manager, y prohijaron dos de sus más creativos e influyentes álbumes: Let it
bleed
y Beggars Banquet.
La banda estaba a punto de resolver un asunto íntimo
y delicado: Brian Jones, el fundador, ya no funcionaba como parte de la banda.
Fue echado. La trágica noticia de su muerte, ahogado en su piscina, no impidió
el superestrellato imparable de los Rolling Stones, a pesar de la subsiguiente y
muy desventurada presentación de la banda en Altamont, California, que culminó en tragedia.
Establecidos en el sur de Francia, los Stones verían
la época más creativa de su carrera -y acaso menos popular-, cristalizada en el doble Exiles on Main
Street
. Mick Taylor, el guitarrista que había sustituido a Brian Jones, deja la
banda en el 74 y entra Ron Wood, de los Faces. Álbumes célebres como It’s only
Rock and Roll
y Black and Blue son memorables de esta etapa, pero no sería hasta
finales de la década que los Stones volverían a sonar fuerte con Some Girls o
Tattoo You.
Institución, industria: han sido adjetivos para
explicar el fenómeno Rolling Stones desde que la banda fue garantía de llenar
estadios para sus conciertos y brindar experiencias antologables y disfrutables.
Los críticos consideran que los 80 fueron magros en
la producción de los Stones, pero desde entonces y hasta hoy, sus
presentaciones en vivo –condición indispensable de una banda genuina de rock-
han sido moneda vigente y eso hace que los Rolling Stones sean la banda más
sólida y perdurable de todos los tiempos.
12NC

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