Julio Torri trascendió a pesar de su brevedad: Lucía Rivadeneyra

DISTRITO FEDERAL, México, (N22/Conaculta).- 
Julio Torri expresó alguna vez en una de sus memorables meditaciones:
“Ley de salud mental: no sufras por cosas imaginarias”. Y no obstante,
el autor nacido en Saltillo, Coahuila, fue considerado siempre un
soñador que a menudo intentaba arreglar el caos del mundo con ingenio,
en un párrafo, en una cita o un aforismo que trascendiera el tiempo como
un regalo para futuras generaciones.
Torri perteneció a la generación del Ateneo de la
Juventud, junto a Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña y José
Vasconcelos, y a 42 años de su fallecimiento, la escritora Lucía
Rivadeneyra recuerda al autor de cuentos, sentencias, poemas y
constructor de uno de los más líricos oasis de la literatura mexicana.
Me parece, afirma la autora, que la obra de Julio
Torri ha trascendido a pesar de su brevedad justamente por la calidad de
su prosa, por la concreción del lenguaje que refleja la inteligencia de
un hombre que era un apasionado de la palabra.
Rivadeneyra recordó que el Fondo de Cultura Económica, desde 1964, compiló la obra de Torri en un tomo llamado Tres libros, cuya segunda reimpresión se hizo en 1996 y, a partir de entonces, se le dio mayor difusión a la obra de este autor.
“La tarea perenne es leer y releer a Torri, ya que en
un momento como el que vivimos se habla mucho y se dice poco, pero este
escritor escribe poco y dice mucho”.
Aseguró que Torri es un maestro del ensayo corto, de
poemas en prosa y de cuentos que han quedado plasmados de forma
indeleble en nuestra cultura.
“Estos textos reflejan la ironía hacia el mundo que
le rodea y algunos de sus temas recurrentes son, por ejemplo, las
mujeres. Entre otras cosas dice: En amor, sólo hay dos situaciones:
persigue uno a una mujer o trata de librarse de ella”.
Recordó también que en Meditaciones críticas,
Julio Torri tiene frases memorables, como por ejemplo: Un hada le había
conseguido el don de abrir cualquier diccionario justamente en la
página donde se hallaba la palabra buscada.
“A mis alumnos, cotidianamente les doy un panorama de
la obra de Torri, para que hagan ejercicios de síntesis, que sepan que
Torri es un escritor inmenso y no sólo el nombre de una librería”.      
A 42 años de su fallecimiento, ocurrido el 11 de mayo
de 1970, la escritora considera que la obra de Julio Torri sigue siendo
una de las más admirables muestras de la capacidad que algunos autores
tienen de seducir con la palabra.
Rememoró una anécdota que una de sus alumnas,
Rosalinda Velarde, le contó recientemente: Una tarde, Julio Torri le
mostró en su casa sus libros incunables a un grupo de alumnas; los tenía
empastados con la tela del traje de novia de su madre.
“Con relativa frecuencia invitaba a sus alumnas a
hablar de literatura, era un hombre muy generoso, creo que estaba
consciente de lo mucho que puede aportar a un alumno ese acercamiento.
En el Ateneo de la Juventud encontró una retroalimentación, uno de sus
grandes maestros fue Alfonso Reyes y por supuesto fue un gran
colaborador de José Vasconcelos”.
Y concluyó: “A mí me gusta la obra completa de Julio
Torri, de hecho es tan breve que sería muy arbitrario elegir una sola,
ya que, en cada página que yo abro me encuentro la lucidez y la ironía,
por ejemplo me viene a la memoria la frase: Era una ruina hermosamente
conservada”.

Foto: http://bit.ly/ILWT3z
12MAG 

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