Redacción/CDMX
El pasado martes, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), declaró que la tundra del Ártico está pasando por un cambio alarmante, como consecuencia de frecuentes incendios forestales.
Después de actuar como sumidero de carbono, durante varios milenios, la tundra ártica hoy en día se encuentra emitiendo mas carbono del que absorbe.
Según el informe sobre el Ártico de 2024 de la NOAA, reveló que las temperaturas anuales del aire en la superficie del Ártico este año fueron las segundas más cálidas de las que se tienen registro desde 1900.
“Nuestras observaciones muestran ahora que la tundra ártica, que está experimentando un calentamiento y un aumento de los incendios forestales, ahora está emitiendo más carbono del que almacena, lo que empeorará los impactos del cambio climático”, comentó Rick Spinrad, administrador de la NOAA.
La situación es preocupante, ya que el calentamiento global se está produciendo a un ritmo cuatro veces superior al global, informaron los investigadores.
El calentamiento climático tiene dos efectos en el Ártico. Uno de ellos favorable debido a que estimula la productividad y el crecimiento de las plantas, que eliminan el dióxido de carbono de la atmósfera.
Por otro lado, provoca un aumento de las temperaturas del aire en la superficie que causa que el permafrost se descongele, provocando que el carbono atrapado en el suelo congelado sea descompuesto por microbios y liberado en la atmósfera en forma de dos gases poderosos para el efecto invernadero: dióxido de carbono y metano.
Los incendios forestales no solo destruyen la vegetación y la materia orgánica del suelo, sino que también aceleran el deshielo a largo plazo del permafrost y las emisiones de carbono asociadas.
Desde 2003, las emisiones de los incendios forestales circumpolares han alcanzado 207 millones de toneladas de carbono al año. Simultáneamente, los ecosistemas terrestres del Ártico han seguido siendo una fuente constante de metano, según datos de la NOAA.
(Con información de The Guardian)