Redacción/CDMX
La fascinación por los vampiros ha perdurado a través de los siglos, desde el primer cuento en inglés, El vampiro de John Polidori (1819), hasta el icónico Drácula de Bram Stoker (1897).
Este interés ha evolucionado con adaptaciones como Nosferatu de Murnau (1922) y nuevas versiones como la que prepara Robert Eggers para 2025.
Mark Gatiss, coguionista de Sherlock y Drácula de la BBC, destaca cómo su amor por el terror le llevó a explorar el personaje de Drácula, a quien considera un “mito imperecedero” similar a Sherlock Holmes.
Por otro lado, Rolin Jones, productor de la serie Entrevista con el vampiro, basada en la obra de Anne Rice, explica que el atractivo de estos seres reside en las profundas preguntas sobre la inmortalidad, el amor y la muerte que sus historias plantean.
La popularidad actual se refleja en redes sociales, donde millones de personas comparten contenido de vampiros, mostrando la relevancia de estos personajes en la cultura contemporánea.
Los vampiros en la ficción han fascinado por siglos debido a su inmortalidad y su conexión con temas profundos como el envejecimiento y la muerte.
El Dr. Sam George señala que, además, están asociados con enfermedades y contagios, como la tuberculosis en el siglo XIX o la gripe española en los años 20, lo que explica su popularidad en épocas de crisis sanitaria.
Tras la pandemia de COVID-19, este interés ha resurgido, destacando al vampiro como símbolo de contagio.
Rolin Jones, productor de Entrevista con el vampiro, resalta el interés por entender la razón detrás del deseo de vivir eternamente y cómo el dolor y el duelo, como los que Anne Rice experimentó al escribir su novela, son temas centrales en estas historias.
La atracción hacia los vampiros no solo radica en su relación con la mortalidad y la muerte, sino también en su sensualidad y capacidad de seducción, según el análisis de varios expertos.
Los vampiros han evolucionado a figuras más jóvenes y atractivas, pasando de representaciones como Nosferatu a personajes como Edward Cullen de Twilight.
Esto ha dado lugar a un cambio en la percepción del género, incluyendo temas de sexualidad y la idea de “familias queer” en obras como las de Anne Rice.
La combinación de amor e inmortalidad, como en Drácula de Bram Stoker de 1992, refuerza su atractivo, ya que los vampiros abordan tanto el amor como la muerte, manteniéndolos relevantes hoy en día.
(Con información de BBC)