Redacción/CDMX
La expresión emocional en los animales, al igual que en los seres humanos, ha sido objeto de estudio por siglos, el biólogo y naturalista inglés Charles Darwin fue uno de los primeros en explorar profundamente este tema.
En noviembre de 1872, Darwin publicó La expresión de las emociones en el hombre y en los animales, un trabajo pionero que propuso que tanto humanos como animales compartían expresiones emocionales similares, especialmente a través de la contracción muscular en el rostro.
De acuerdo con la Universidad de Glasgow, esta obra marcó un hito, no solo por su contenido, sino también por su uso innovador de ilustraciones fotográficas, convirtiéndose en un éxito de ventas a pesar de su carácter polémico para la época.
Mientras que la evolución de los animales comenzaba a ser aceptada, aplicar estos principios a los humanos era visto como un desafío a la teología, que hasta entonces dominaba la comprensión de la humanidad.
No obstante, Darwin defendió su teoría argumentando que los sentimientos internos se manifiestan de manera similar entre humanos y animales.
Por ejemplo, observó que tanto humanos como animales fruncen los labios al concentrarse y que los músculos oculares se contraen al expresar ira.
Con esta evidencia, Darwin afirmaba que el hombre y los animales comparten una ascendencia común, lo que reforzó su estatus como uno de los pensadores más respetados de la filosofía natural.
A casi 150 años de la publicación de Darwin, la ciencia continúa explorando la expresión emocional en animales.
En un estudio de febrero de 2023, publicado por la revista Nature, se comprobó que los perros domésticos no solo manifiestan sus emociones a través de expresiones faciales, sino que también pueden interpretar los gestos faciales de los humanos.
La investigación, que analizó 315 expresiones faciales de perros, revela que estos animales expresan diversas emociones, como felicidad, tristeza y miedo.
Además, se afirma que, a diferencia de los humanos, los perros no tienden a ocultar sus emociones; sus expresiones reflejan genuinamente su estado de ánimo.
Sin embargo, los investigadores de Nature aclaran que, aunque los perros pueden mostrar expresiones similares a las humanas, sus gestos tienen distintos significados.
Por ejemplo, si bien los perros pueden sonreír, su sonrisa difiere de la humana tanto en intención como en estructura emocional. La ciencia enfrenta un reto considerable al estudiar el reconocimiento de expresiones en animales, ya que las diferentes razas y personalidades de los perros añaden complejidad al análisis.
Aun así, el estudio concluye que los perros utilizan su rostro para comunicar una amplia variedad de emociones, demostrando así la capacidad de estos animales para expresar y comprender estados emocionales de manera compleja.
Estos descubrimientos resaltan el valor de los estudios iniciados por Darwin, quien no solo sentó las bases para la teoría de la expresión emocional, sino que también abrió el camino para que hoy, siglo y medio después, se continúe investigando la conexión emocional entre los seres humanos y los animales.
(Con información de National Geographic)