Los falsos recuerdos pueden ser muy reales

Nuestra identidad se configura con los recuerdos, el problema es crear una imagen de sí mismos con recuerdos falsos

Redacción/CDMX

Según la psicología social, todos conformamos nuestra identidad con recuerdos reales o falsos, y los segundos son más normales de lo que imaginamos.

Gerald Echterhoff, psicólogo especializado en memoria por la Universidad de Münster, Alemania, asegura que los recuerdos son fácilmente permeados o alterados por influencias sociales.

Los recuerdos se tornan tan importantes, que insistimos en usarlos para dar sentido a lo que ya vivimos e hilarlos a nuestro presente, y a la par, encontrar una similitud con los recuerdos de los que nos rodean.

El detalle aquí es que, si gran parte de eso que creemos haber vivido o sentido es falso, ¿Cómo sabemos quiénes somos con certeza? El tema es un verdadero desafío científico.

Lo que hasta ahora se conoce sobre los recuerdos es que, ellos están presentes en la estructura cerebral y se convierten en conexiones neuronales en el área del hipocampo o la amígdala.

Además, al mantener la memoria funcionando, esto permite crear una malla muy resistente, que es la unión neuronal o sinapsis, lo que a su vez hace perdurar los recuerdos.

Sin embargo, cuando se olvida es como usar una tijera y dividir esas conexiones, dejando espacios muertos, los cuales buscamos revivir con lo que nos cuentan los demás al pasar el tiempo.

Lo interesante y que quizás es el problema en sí, es que los falsos recuerdos o información sesgada tienen el mismo proceso de almacenamiento en nuestro cerebro y los psicólogos e investigadores no han podido distinguirlos.

De esta manera, Echterhoff explica que, los falsos recuerdos también se forman por sugestión, como posiblemente le pasó a Paul Ingram, quien fue acusado de violación y sacrificios satanicos.

El hombre no recordaba nada, pero un primer psicólogo durante su proceso legal lo indujo a revisar su memoria y el acusado terminó declarándose culpable, sin embargo, un segundo psicólogo (posterior a la condena de Ingram) dijo que tales recuerdos habían sido sembrados en su cerebro con el método de sugestión.

(Con información de DW)

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