El origen de las pesadillas y los beneficios de tenerlas

Redacción/CDMX

Se ha denominado el término “pesadilla” al mal sueño que produce miedo, terror, angustia y ansiedad.  Estas generalmente comienzan antes de los 10 años y casi siempre se consideran una parte normal de la infancia. Tienden a ser más comunes en las niñas que en los niños.

Las pesadillas pueden desencadenarse por hechos aparentemente rutinarios, como iniciar estudios en un nuevo colegio, hacer un viaje inesperado e inclusive mantenerse saturado en el trabajo.

Y son clasificados como secuencias de sueño que parecen muy reales y, a menudo, despiertan a la persona.

Diversos estudios afirman que tener pesadillas es bueno para la salud, ya que aportan varios beneficios a la persona que las tiene.

Las pesadillas procesan emociones más intensas.

Los psicólogos de la Universidad de California encontraron una interacción entre los sueños y la función cerebral afectiva, “casi todos los trastornos del estado de ánimo están relacionados con lo que soñó la noche anterior. Hasta el mismo trauma de una situación despierta una ‘reactividad cerebral’ que le ayuda a digerir, comprender y superar estas emociones adversas a la persona en cuestión. Este es un mecanismo de defensa que crea el cuerpo ante situaciones adversas”, reveló la doctora Els Van der Helm, quien estudió durante dos años los marcos neurobiológicos de estudiantes universitarios.

Ayudan a ordenar y consolidar recuerdos

Los psicólogos de la Universidad de Boston encontraron que las experiencias de aprendizaje influyen en el contenido del sueño, especialmente, en la consolidación de información, que según la doctora Erin J. Walmsley, es “el proceso cognitivo que organiza las funciones mnemotécnicas (oraciones cortas y fáciles de recordar) del sueño”.

En otras palabras, si una persona tiene una pesadilla después de haber estudiado durante horas, quiere decir que es una experiencia o conocimiento, que no va a olvidar con facilidad.

Le dan sentido a la actividad neuronal aleatoria.

El Departamento de Medicina de la Universidad de Harvard, revela que tener un sueño de fantasía (bueno o malo), significa que su cerebro se encuentra en perfecto estado.

El profesor J. Allan Hobson aseguró que “los sueños oníricos son producidos por un mecanismo neuronal del tronco encefálico, circuitos sensoriomotores y neuronas espaciotemporales, que comparten información mientras que el individuo descansa”.

Mientras que los psicólogos del departamento revelaron que incluso hay sueños fantásticos que se repiten una y otra vez como parte de la base neuronal preprogramada, mientras el cerebro hace “ajustes internos”, como almacenar información u organizar recuerdos.

(Con información de CNN y lasexta.com)