Redacción/CDMX
Tras investigaciones arqueológicas y nueva evidencia obtenida a través del ADN, se generó nueva información respecto al imperio Xiongnu, quienes son considerados como la primera potencia imperial nómada del mundo.
Los resultados que arrojó la investigación muestran la diversidad étnica del imperio y la importancia de las princesas en la construcción de su estructura política.
El imperio Xiongnu surgió en la estepa de Mongolia hace unos 2500 años, unos 1500 años antes que los mongoles, fueron una de las fuerzas más poderosas de la Edad del Hierro , ya que su alcance e influencia se extendieron hasta Egipto, Roma y la China imperial.
La creación de la Gran Muralla es el resultado de las repetidas invasiones que sufría China por parte de Xiongnu.
A pesar de su importancia, no se sabe mucho sobre ellos, ya que no eran una sociedad alfabetizada y han dejado poca evidencia física.
La poca información que se tiene al respecto sobre esta civilización se obtiene gracias a las descripciones de sus enemigos los chinos.
Debido a esto se sabe poco sobre sus orígenes, estructura política y gobierno.
En la últimas décadas las investigaciones revelaron que los xiongnu surgieron como una entidad política a través de una migración repentina y la mezcla de varios grupos nómadas en el norte de Mongolia alrededor del año 200 a. C.
Un equipo internacional de investigadores realizó una investigación genética de dos cementerios Takhiltyn Khotgor y Shombuuzyn Belchir ubicados en la frontera occidental del imperio.
Juhyeon Lee quien forma parte del equipo de investigadores mencionó: «Sabíamos que los xiongnu tenían un alto grado de diversidad genética, pero debido a la falta de datos genómicos a escala comunitaria, no quedó claro si esta diversidad surgió de un mosaico heterogéneo de comunidades localmente homogéneas o si las comunidades locales eran genéticamente diversas».
Además, agrego que lo que buscaban era “saber cómo se estructuraba esa diversidad genética en diferentes escalas sociales y políticas, así como en relación con el poder, la riqueza y el género”.
Parte de los descubrimientos en ambos cementerios mostraron una amplia diversidad genética. “Esta alta heterogeneidad genética estaba presente en todos los niveles de su sociedad, tanto dentro de las comunidades como en las familias individuales, lo que confirma la opinión de que el imperio era multiétnico”.
De manera contraria, las élites aristocráticas locales tendían a ser menos diversas genéticamente y exhibieron proporciones más altas de ascendencia de Eurasia oriental.
Quizá esto nos puede llevar a interpretar que el estatus y el poder de élite estaban en manos de subconjuntos genéticos específicos dentro del imperio Xiongnu.
El matrimonio en las familias de elite era utilizado para asegurar las conexiones entre los grupos recién incorporados, «ahora tenemos una mejor idea de cómo Xiongnu expandió su imperio al incorporar grupos dispares y aprovechar el matrimonio y el parentesco en la construcción del imperio», apunta Lee.
La investigación también demostró que las mujeres de alta elite jugaron un papel crucial en la expansión del imperio, “en la tumba de Takhiltyn Khotgor, el equipo descubrió que se habían construido tumbas monumentales para mujeres, flanqueadas por hombres enterrados en tumbas simples”.
Los ataúdes que se encontraron de mujeres contaban con elaborados decorados con los emblemas dorados del Sol y la Luna.
La tumba de una mujer incluso contenía seis caballos y los restos de un carro.
Bryan Miller, del proyecto menciona que “Las mujeres tenían un gran poder como agentes del estado imperial a lo largo de la frontera, a menudo con rangos nobles exclusivos, manteniendo las tradiciones y participando tanto en la política de poder de la estepa como en las redes de intercambio de la Ruta de la Seda”
La cultura e ideologías de los Xiongnu permeó en los Mongoles gracias a “la larga tradición nómada de las princesas de élite que desempeñan un papel fundamental en la vida política y económica de los imperios, especialmente en las regiones periféricas”, comento Jamsranjav Bayarsaikhan.
(Con información de Ifelcience)