La enfermedad de las vírgenes, padecimiento que se «curaba» con el matrimonio

Redacción/CDMX

A mediados del siglo XVI y principios del XX se conoció la enfermedad verde (también llamada como clorosis, fiebre del amante o enfermedad de la virgen) era una afección que afectaba a las jóvenes adolescentes que tenían numerosos síntomas y, en ocasiones, un tinte verdoso o palidez en la piel.

Se asoció con la virginidad en 1554, cuando el médico Johannes Lange escribió por primera vez sobre la enfermedad, él la llamó “la enfermedad de las vírgenes”.

En el siglo XVII se le concoció como clorosis, del griego chloros, que significaba tonalidad amarilla verde, para el siglo XIX se le conoció como anemia hipocrómica.

Los síntomas incluían fatiga, mal humor o falta de apetito, que coincidentemente también son efectos secundarios de los cambios hormonales durante el ciclo menstrual.

Otros síntomas incluyeron palpitaciones del corazón, desmayos, debilidad, palidez y ausencia de menstruación.

Se estableció la teoría de que la sangre no abandonaba el cuerpo durante la menstruación, y cualquier exceso de sangre causaba trastornos en otras partes del cuerpo.

¿La solución?

El matrimonio, seguido rápidamente por el sexo, el embarazo y el parto.

La gente creía que el sexo abriría más el cuerpo y permitiría que la sangre retenida se moviera.

Esta era una forma de casar a los adultos jóvenes y estar más en línea con las expectativas sociales.

Aunque había médicos que recomendaban una actividad física como montar a caballo.

La población llegó a temer a esta enfermedad, pues se señalaba que era mortal.

Incluso, dentro de una “Table of Casualities” para la ciudad de Londres en 1659, se estableció que 186 personas murieron por esta enfermedad.

Se llegó a considerar una forma vergonzosa de morir, pues si el matrimonio lo cura, sería una vergüenza que cualquier doncella muera “sin curarse”.

Actualmente, ¿cuál es dicha enfermedad?

Si la persona tenía síntomas fisiológicos y no solo comportamientos no deseados, entonces podría haber estado asociado con muchas condiciones diferentes, por ejemplo, el tono verde de la piel estaría relacionado con la anemia, que es cuando el cuerpo no tiene suficiente hierro.

Si una persona tiene melanina baja mezclada con hemoglobina reducida en sangre anémica, se podría presentar un tono verde en la piel.

También pudo presentarse este tono con desnutrición, anorexia o pica, que es una condición donde una persona come cosas que no necesariamente son alimento como tela o tierra.

A finales del siglo XIX, los reportes de tal enfermedad en Londres y Hamburgo eran de un 16 por ciento pero se redujeron a cero en la década de 1920. Esto probablemente se debió a la mayor ingesta de hierro en la dieta de las personas.

(Con información de iflscience.com)