Redacción/CDMX
En la ciudad de Kabul, en Afganistán, los escaparates de ropa que utilicen maniquíes femeninos tendrán que modificarlos de dos maneras, o exhibirlos sin cabeza o cubrirles el rostro.
Para esta última opción, los comerciantes de ropa femenina podrán utilizar velos, papel aluminio, telas o de plano bolsas de plástico.
Todo para cumplir con la más reciente orden del régimen talibán.
Las tiendas han cubierto incluso aquellos que tienen cabeza de unicel y no cuentan con rostro sino solo facciones.
Los dueños de los establecimientos deben obedecer si quieren continuar con sus negocios abiertos.
El Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, es la institución que interpuso la ordenanza que tiene por objeto minimizar la presencia femenina en las calles del país.
Esta medida, es parte de la serie de normas que restringen gravemente los derechos de la mujer en el país.
El veto anterior fue para privar de educación a toda mujer mayor de 12 años, que también tienen cerradas las puertas de los institutos de secundaria y universidades.
Tras la toma de Kabul, en agosto del 2021, el actual régimen trató de mostrarse moderado ante los ojos del mundo, sin embargo, el fundamentalismo se impuso y terminó con el Ministerio de la Mujer e impuso el uso obligatorio de la burka.
Además, las mujeres no pueden acceder a los parques o gimnasios y, salvo en casos excepcionales, no pueden salir a la calle sin una compañía masculina.
No obstante, el régimen talibán asegura que de esa forma defiende los derechos de las mujeres “definidos por el islam”.
Es decir, que prohíben todo lo que no se permita de manera explícita de acuerdo a su interpretación rigorista de la ley islámica.
(Con información de El País)