Rodrigo Peredo/CDMX
México vive uno de los episodios más violentos de su historia. De acuerdo con las estadísticas de T-Research International, hasta ayer miércoles 28 de diciembre se contabilizaron más de 30,500 homicidios en 2022 y esta es solo una veta de la realidad en el país.
La misma agencia, reporta que cada 48 minutos hay un allanamiento de morada y cada 21 minutos hay al menos un caso de abuso sexual.
En los registros también destaca el aumento de la violencia en los hogares, una tendencia que ha crecido desde 2015, repuntó en las primeras semanas del encierro por la pandemia y sigue creciendo sin cesar.
Hace siete años, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportó 127 mil 424 delitos de violencia familiar en el país, y ahora, se han contabilizado 251 mil 159 delitos de violencia familiar entre enero y noviembre de 2022, de los cuales, 34 mil 340 han ocurrido en la Ciudad de México, 25 mil 329 en el Estado de México y 21 mil 021 en Nuevo León.
De las 13 millones 935 mil llamadas que se han recibido en los servicios de emergencia durante este mismo periodo, el 3.97%, es decir, 553 mil 874, corresponden al delito de violencia familiar en todas sus modalidades y vertientes.
Las cifras reflejan que el 92.1% de las víctimas son mujeres y el 7.9% restante, hombres.
Aunque los números demuestran que la violencia sí se da en los hogares sin importar el género, las mujeres siguen siendo las más afectadas y este no es un caso exclusivo en nuestro país.
Naciones Unidas, en su informe de “Valoraciones sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres” de 2018, señaló que, por lo menos, una de cada tres mujeres en el mundo sufre de violencia sexual o física por parte de su pareja y en su propio hogar.
A cuatro años de distancia, la realidad en México y el mundo pareciera ser aún más grave.