Más de 6.500 trabajadores han fallecido debido a la negligencia en las construcciones de los estadios, según la prensa
Daniel Rodriguez / Ciudad de México
A tan solo unos cuantos días de la inauguración del Mundial de Qatar, la polémica sigue presente tras la cantidad de muertes que se han originado durante las construcciones de los estadios, desde su designación en 2010 como sede mundialista.
Miles de trabajadores migrantes han fallecido a causa de accidentes ocasionados por la falta de seguridad y las duras condiciones laborales que se viven en el país.
Según información del medio británico The Guardian se han perdido más de 6.500 vidas a lo largo de más de una década de trabajo incansable en medio de situaciones peligrosas y de altos riesgos, sin dejar de lado las condiciones climáticas extremas.
La mayor parte de los empleados son provenientes de India, Nepal, Pakistán y Bangladesh, representando el 95 % de la mano de obra en Qatar.
Por otra parte, también se enfrentan a un deplorable estado de vida, resistiendo los abusos por parte de las empresas contratistas día con día.
Estas personas viven en campamentos aislados, los cuales no pueden abandonar y son forzados a largas jornadas de trabajo que van de 14 a 18 horas diarias, sin recibir ningún día de descanso a cambio de salarios muy mal pagados; esto según información de Amnistía Internacional.
Aunque el gobierno qatarí, así como el comité organizador del Mundial, han buscado desmentir las cifras de fallecidos, la Organización Internacional del Trabajo dio a conocer en sus reportes, basados en los informes médicos, que los registros de muertes e incidentes son inadecuados.
Determinado que existe poca información, así como una falta de transparencia por parte del gobierno de Qatar. Tan solo en 2020 habrían muerto 50 trabajadores tras sufrir accidentes fatales.
Estos antecedentes han generado una respuesta por parte de diversas organizaciones que defienden los derechos humanos.
Amnistía Internacional se manifestó exigiendo a Qatar y a la FIFA destinar más de 440 millones de dólares para indemnizar a los trabajadores, por los abusos sufridos durante los preparativos de la justa mundialista.
Otra expresión de protesta llego por parte de Hummel, marca que viste a la selección danesa. Presento el diseño de sus uniformes, atenuando sus colores para que el escudo y su logotipo no fueran perceptibles a simple vista.
Además, comunicó que el color negro de su tercer uniforme es símbolo de luto hacia los trabajadores migrantes que han padecido en el país de medio oriente.
“Por eso es que atenuamos el tono en todos los detalles, incluido nuestro logo. No queremos ser visibles durante un torneo que le costó la vida a miles de personas. Apoyamos a la selección danesa hasta el final, pero eso no es lo mismo que apoyar a Qatar como país anfitrión. Creemos que el deporte debe unir a la gente. Y cuando no lo hace, queremos hacer una declaración”, comunicó la cuenta oficial de Hummel.