Octavio Paz murió la noche del 19 de abril de 1998, a escasos dos años de clausurarse un siglo que él mismo había ayudado a forjar desde varios frentes: su poética, ensayística, crítica, traducciones y pasión editorial.
Después del fallecimiento del escritor en la Ciudad de México hace 14 años, numerosas novedades editoriales se han sumado a la constante reedición y reimpresión de las obras mayores del poeta. Tal es el caso de Luis Buñuel: el doble arco de la belleza y de la rebeldía (2012) que conmemora los 60 años de la presentación de Los Olvidados en el Festival de Cannes mediante textos compilados por María José Paz y un prólogo de José de la Colina.
En colecciones como Tezontle o Letras Mexicanas, verían la luz títulos fundamentales en la bibliografía del Nobel como El laberinto de la soledad (1950), que causaría una gran conmoción que aún se mantiene, convertido en el título más vendido del Fondo. También aparecieron Libertad bajo palabra (1949), Piedra de sol (1957), El arco y la lira (Premio Xavier Villaurrutia, 1956) y La estación violenta (1958).
Otro de los proyectos fundamentales de esta casa editorial en la última etapa vital de Paz fue la edición de las Obras Completas, cuyo primer tomo, La casa de la presencia. Poesía e historia, apareció en 1994. En esta década, con el FCE bajo la dirección de Miguel de la Madrid, también nació la Librería Octavio Paz, ubicada al sur de la Ciudad de México.
La publicación de las Obras Completas abarca 15 tomos revisados y prologados por el propio poeta. Recientemente, en 2011, el FCE editó por separado dichos prólogos, reunidos bajo el título Por las sendas de la memoria. Prólogos a una obra, una valiosa guía para los lectores de la obra de Paz.
Con el rescate de páginas como las mencionadas y la constante difusión de sus textos clásicos, el Fondo recuerda hoy el 14º aniversario del fallecimiento de Octavio Paz.
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