En total, hay unas 60 esculturas expuestas, algunas simples, pero otras que muestran todas las habilidades de los artistas.
Paola Sánchez / Ciudad de México
Desde la «torre inclinada de pizza» a un pescado que se corta y cocina a sí mismo, la creación de esculturas de comida de plástico se convierte en un arte en Japón, protagonista de una exhibición esta semana en Tokio.
Las piezas alcanzan, con el mismo nivel de detalle de las sopas de fideos y los crujientes aperitivos de plástico, los que se han exhibido durante largo tiempo en las vitrinas de los restaurantes japoneses, llamados «shokuhin sampuru» o simplemente «productos de comida de muestra».
Los «sampuru» son habituales en los establecimientos de ramen, una contundente sopa de fideos, o en los restaurantes familiares de este país que hace un siglo empezaron a usar modelos de cera para promocionar su carta a una clase media en expansión.
Todos los modelos están hechos a mano por especialistas del grupo Iwasaki, la empresa líder en producción de «sampuru» que celebra este año su 90 aniversario.
En su fábrica de Yokohama, cerca de Tokio, los artesanos primero elaboran moldes de los ingredientes de los platos preparados por los restaurantes.
Entonces, empieza un meticuloso trabajo para decorar las muestras y darles un aspecto tan realista como sea posible, desde gotas de humedad en un vaso frío, hasta sutiles magulladuras en la superficie de una fruta.