Tres décadas del Cuarteto Latinoamericano

Por Alejandra Flores
DISTRITO FEDERAL, México, 15/05/12,  (N22).-Tres décadas de trabajo marcado por la
disciplina, la creatividad y el compromiso con un proyecto de vida. 30 años
unidos por convicción y por vocación.
El año de 1981 marcó el inicio de un camino sinuoso
aunque gratificante para los hermanos Saúl, Arón y Álvaro Bitrán, quienes
acompañados por el violista Javier Montiel, han consolidado al Cuarteto
Latinoamericano como un referente de la música de cámara en México.
Motivos suficientes para celebrar su permanencia: un
concierto conmemorativo, el próximo 26 de mayo en el Palacio de Bellas Artes.
“Sobrevivir de un Cuarteto no es nada fácil, porque no
hay un camino establecido como lo hay para un músico de una orquesta o que se
dedica a la pedagogía. El camino del cuartetista requiere de mucha imaginación
y requiere también cierta exigencia para hacer proyectos interesantes y
proyectos atractivos. Nosotros desde un principio hemos estado elaborando y
pensando proyectos y saliendo a vender”, reconoció Álvaro, durante la charla
que junto con su hermano Saúl, sostuvo con los medios de comunicación, días
previos al concierto conmemorativo.
“Para mí, y no porque sea uno de ellos, los músicos de
cámara son la elite de la música, en el sentido de que  el tipo de dificultad que implica estar en un
grupo de cámara, tiene que ver con muchísimos aspectos de  la práctica profesional. Tiene que ver por un
lado con temas de personalidad, la capacidad de criticar, ser criticado, la capacidad
de llegar a consensos, con la capacidad de negociar, la capacidad de ser
respetuosos. Y por el lado musical, esto implica el mismo grado para un
concierto de solista y orquesta, en el sentido de que somos todos solistas,
todo se oye, no hay ninguna posibilidad de esconderse en un instrumento. Pero
con la dificultad añadida de que el producto final es resultado de cuatro
temperamentos diferentes, de cuatro personalidades  fuertes”, añadió Saúl Bitrán.
Los primeros años
El surgimiento del Cuarteto Latinoamericano significó
renunciar a la estabilidad económica, a la certidumbre que les garantizaba el
hecho de ser miembros de agrupaciones orquestales ya reconocidas.
Pero la convicción imperó, y finalmente, iniciaron una
nueva etapa que cambiaría el resto de sus vidas a partir de ese momento.  
“Afortunadamente las cosas empezaron a marchar bien y en
dos años ya estábamos ganando  el mismo
sueldo que teníamos en una orquesta y al cuarto año, ya estábamos ganando más
de lo que habíamos perdido. El segundo momento difícil, fue cuando en el año de
87, nos llegó una invitación sorpresiva de una universidad de Estados Unidos
para irnos como Cuarteto en Residencia en la Universidad de Pittsburg. Esto
implicaba desde el punto de vista personal, familiar, logístico, una decisión
muy compleja. Los cuatro casados, los cuatro con hijos”, recuerda Saúl.
Cinco años después, un proyecto los seduce al punto de hacerlos
regresar a México. Sin embargo, el momento no era el adecuado. Su decisión coincidió
con el “error de diciembre” y la crisis económica del país también hizo mella
en el Cuarteto, que debió encarar la cancelación del proyecto que los trajo de
vuelta. Circunstancia a la que Saúl se refirió como un golpe del que se levantó
fortalecido.  A partir de ese momento, se
disiparon las dudas sobre el camino a seguir.  
La docencia y el apoyo institucional
Bellas Artes, el Centro Cultural Ollin Yoliztli y
Conaculta, mediante el programa México en Escena, los ha beneficiado con
residencias en universidades de Estados Unidos y Canadá, entre otros proyectos.
En 2009, crearon la Academia Latinoamericana de Cuartetos
de Cuerdas en Caracas, Venezuela, y desde entonces, atienden a más de una
decena de agrupaciones, en el marco del Sistema para las Orquestas Juveniles de
ese país, a donde viajaron recientemente a impartir un taller.
 “En lo personal, y
creo que es el caso de nosotros cuatro, hemos desarrollado un gran amor por
enseñar, y ha sido muy bonito ver en esos años 
crecer a nuestros alumnos, desarrollarse”, comenta Álvaro Bitrán, quien
imparte clases de violonchelo en el Centro Cultural Ollin Yoliztli: “Me
enriquece mucho el contacto con los jóvenes violonchelistas, y además yo creo
que enseñar nos obliga a todos a mantenernos siempre ágiles mental y
técnicamente”.
Saúl se refirió a la carencia de agrupaciones cameriles
en México: “Como hemos sentido que hay un vacío en México en cuanto a grupos de
cámara permanentes y en particular cuartetos, hemos intentado siempre darle
mucho énfasis a la enseñanza de la música de cámara y en las escuelas donde
trabajamos. Aún estamos por ver el surgimiento de un cuarteto de excelencia yo
no pierdo la esperanza, en mis respectivas cátedras tengo varios cuartetos
jóvenes, algunos parece con mucha esperanza, creo que ya es hora de que hubiera
dos, tres, cuatro, cinco cuartetos en un país tan grande como el nuestro, y
desafortunadamente son pocos”
Una carencia que se cruza, como casi siempre, con la
falta de estímulos al talento joven, como reconoció Álvaro: “Realmente es por
falta de apoyo. Yo veo en Estados Unidos, ¿por qué hay tantos cuartetos
jóvenes? Porque  todas las universidades
tienen un programa donde agarran un cuarteto joven y lo dejan 3, 4 años como
cuarteto, y los chavos tienen un sueldo, y por lo menos tienen que pagar sus
estudios. Y también hay muchos concursos para cuartetos jóvenes.  En Canadá, en Estados Unidos, en Francia, aquí
en México no hay absolutamente nada, no hay concursos para cuartetos jóvenes, no
hay universidades que bequen a los cuartetos. Hemos tenido excelentes alumnos
de cuarteto, y casi siempre la razón por la que han terminado han sido por
razones personales.  Eso nos hace ver que
algo hemos hecho bien para aguantarnos 30 años“
Hay que decir la verdad, aunque sea dolorosa

Durante sus años en la docencia, los hermanos Bitrán han
tenido que enfrentar la disyuntiva del desengaño. Hablar con la verdad a sus
alumnos, cuando éstos carecen de las aptitudes suficientes para destacar en el
mundo musical: Álvaro, prefiere la verdad, aunque ésta duela: “Y eso sucede con
mucha frecuencia, y a veces salen llorando, pero trato de hacerlo de una buena
manera, pero yo me quedo con la conciencia tranquila. He visto universidades
sobre todo en Estados Unidos, donde me ha tocado asistir a reuniones donde
decimos es que este alumno no va a conseguir trabajo, sí, pero está pagando 40
mil dólares al año, así que no se lo vayas a decir.
Al respecto, Saúl tiene otra opinión: “Pero he visto
milagros y he visto muchachos que no les daba yo ninguna esperanza y que me han
sorprendido muy favorablemente, yo estoy de acuerdo, pero soy quizá más cauto
que Álvaro y no se lo digo a la primera, sino después de un año quizás. Yo
mismo honestamente, me involucré en esto ya adentro de la vida, al principio no
era algo tan importante y nunca pensé que llegaría a ser un músico con cierta
trayectoria, con cierta carrera porque no me lo imaginaba. Yo mismo me
sorprendo haciendo cosas que no pensé que iba a poder hacer, entonces ese
beneficio de la duda que me di a mi mismo, me gusta dárselo a los alumnos”.

Investigación sobre el legado latinoamericano

Una de las inquietudes de la agrupación es la
investigación sobre el legado musical de Latinoamérica.
Esa indagación los ha llevado a rescatar obras del
compositor Villa-Lobos, algo así como echar a rodar una bola de nieve que ha
crecido exponencialmente, como explica el violinista Saúl Bitrán: “Cuando
empezamos el Cuarteto, encontramos un par de obras latinoamericanas
importantes, el Cuarteto de Revuelta, Sinasterra, Villa-Lobos. Sospechamos que
tenía que haber más repertorio de esa calidad y en efecto, ese repertorio ha
ido creciendo, aunque a veces hemos tenido que ir a hurgar a  bibliotecas, pero mucho de ese trabajo lo han
hecho amigos, colegas, nos ha ido llegando música y claro, cuando hemos viajado
siempre vamos preguntándonos quién es el compositor importante que hay”
La mirada puesta en las expresiones contemporáneas

“Bueno, los cuatro éramos jóvenes, o nos seguimos
sintiendo muy jóvenes. Nos interesa lo que pasa más allá de nuestro violincito
y nuestro celito, o sea, en el mundo pasan muchas cosas y uno no puede ser
ajeno a eso. Y si hay alguna manera de participar, tanto mejor”, Comentó Saúl
Bitrán  al referirse a sus constantes
colaboraciones en proyectos multidisciplinarios, recordando que se han acercado
al Cuarteto artistas de danza, música popular, teatro y artes plásticas.
“Y cuando el proyecto es atractivo y la personalidad artística
de quien nos busca nos llama la atención, pues le entramos con muchas ganas, y sí,
han surgido cosas inimaginables, que ni siquiera nosotros hubiéramos podido
pensar, y nos han enriquecido muchísimo a nosotros, antes que nada”.
El mosaico de América latina

“Para mí la música latinoamericana tiene una sola
identidad y una sola razón, y es que fue escrita en Latinoamérica. Más allá de
eso, yo no me atrevo a emitir ningún juicio, porque una música latinoamericana
puede sonar como un danzón o puede sonar como algo totalmente abstracto, o
puede haberse escrito en Suecia o en Grecia y en Filipinas”, en opinión del
chelista Álvaro Bitrán.
“No quiero catalogar a la música latinoamericana como la
música folklórica. Es evidente que mucha música latinoamericana tiene sus
raíces en el folklore, pero también sucede con Tchaikovsky, incluso con Haydn,
pero sobre todo eso es la música nacionalista, latinoamericana, pero la música
latinoamericana afortunadamente va mucho más allá del nacionalismo”
Por lo cual, son congruentes con una de las directrices
de su trabajo, que es tratar de brindar una visión amplia y diversa de la
música y la cultura latinoamericana, como afirma Saúl: “A nosotros nos gusta
desafiar y provocar un poco, y no tocamos precisamente la música mas
folklorizante ni la más simple, porque nos gusta dar una imagen lo mas completa
posible de México y de América Latina “.

El concierto conmemorativo

El sábado 26 de mayo, a las siete de la noche, el Palacio
de Bellas Artes, recibirá al Cuarteto Latinoamericano, que interpretará el
Cuarteto número 5 de Heitor Villa-Lobos. 
Obra elegida, ya que a partir de su creación, el autor mostró una voz
cabalmente propia en la creación de cuartetos de cuerda.
El cuarteto op. 51 número 2 en la menor de Johannes
Brahms, dedicado a Theordor Billroth, será otra de las piezas. “A quien han
aprendido a perderle el miedo”, según palabras de Álvaro Bitrán.
Al respecto, comentó Álvaro: “Quisimos hacer un programa
que de alguna manera fuera representativo de nuestra carrera, pusimos dos obras
europeas que son fundamentales para nosotros, que son dos piezas europeas de
las que más hemos tocado, con las cuales tenemos verdaderos idilios de amor,
uno es el cuarteto de Debussy, que es su único 
cuarteto y es una obra maravillosa, una obra de juventud, llena de
potencia y de exuberancia.  Y el otro es
el cuarteto en la menor de Brahms número dos que por el contrario, es una obra
mucho más reservada, más íntima, de un romanticismo intenso, contenido, hasta
cierto punto y que es una obra que nos ha acompañado estos 30 años“.
El Cuarteto número 2 Reflejos de la noche, de Mario
Lavista, dedicada a la agrupación, también formará parte del programa de
celebración: “Es una obra especial, ya que toda ella está construida sobre
sonidos muy etéreos, que se llaman armónicos, que producen una sonoridad muy especial,
que de alguna manera ha marcado un nuevo camino para muchos jóvenes
compositores”, comentó Álvaro.
Para el cierre del programa, se tiene contemplada la
interpretación del Cuarteto op. 10 en sol menor de Claude Achille Debussy, que
es su único cuarteto de cuerda y una de las obras más significativas del género
en su tránsito hacia una modernidad plena.
“Ahora que estamos cumpliendo 30 años vamos a empezar a
tocar los cuartetos de Beethoven creo que hemos sido bastante sabios para
mantenernos un poquito al margen de ese repertorio, no fue una decisión
consciente, fue que las veces que lo hicimos en los primeros años no sentimos
que teníamos la madurez necesaria, lo digo sin ninguna falsa modestia. Creo que
eso está empezando a cambiar, si nos dan otros treinta años de cuarteto, creo
que llegaremos a tocar Brahms y Beethoven muy bien, por lo menos empezamos a
perderles el miedo, que ya es ganancia”, comentó divertido Saúl Bitrán.
La evolución del cuarteto
La práctica hace al maestro, es una de las premisas del
Cuarteto Latinoamericano, ganador en el año 2000 de la Medalla Mozart: “Cada
vez se nos hace un poquito mas fácil toca cuarteto. Ya no le tenemos tanto
miedo como le teníamos antes a las grandes obras para cuarteto de cuerda, todo
parece más natural, requerimos un poco menos de tiempo de ensayo que antes,
discutimos menos, nos preparamos mejor en casa y llegamos al momento del ensayo
ya con nuestras partes bien dominadas”, explica Álvaro.
A lo que añade Saúl: “Creo que los primeros años, los 15
años nos preocupaba mucho tocar bien como grupo, la afinación, la articulació,
el ensamble, el balance, los elementos básicos. Ahora cuando nos llega una
partitura nueva o alguna obra maestra del pasado que  vamos a abordar queremos ir rápidamente a
buscar que quiso decir el compositor, cual es el afecto la emoción, cuál es el
drama de la historia que nos está contando, porque sabemos que todo lo demás el
aspecto técnico se va a resolver rápidamente”. En los primeros años realmente
esto prácticamente no estaba, teníamos que tocar mejor como grupo y acercarnos
al estilo, pero el contenido emocional de la pieza a veces se lograba, a veces
no. Ahora es lo que más preocupa”.  
En cuanto al trabajo interpretativo, Saúl comentó: “Nosotros,
los cuatro, somos de la escuela que piensa que la mejor interpretación es la
más apegada posible a la página, sin por ello dejar de verter lo mejor de uno
mismo en esa interpretación, pero somos bastante rígidos en cuanto a eso, en el
buen sentido de la palabra”.
Nuevas tecnologías, piratería y disqueras
Entre la piratería y las dificultades propias para la
difusión de la música clásica, el Cuarteto Latinoamericano compartió con los
medios de comunicación su relación con las disqueras y los derechos de autor: “Porque
grabar cuesta, entonces por lo general nuestros arreglos con las disquera han
sido bueno, tú como disquera tú pagas la grabación, pagas todo, incluso hemos
conseguido hasta que nos paguen a nosotros por granar pero tu te quedas con los
derechos”.
“Para nosotros el asunto de Youtube , Facebook o hasta la
piratería, han hecho que nuestro trabajo se difunda mucho más. Yo considero que
uno de los momentos culminantes de mi carrera ha sido cuando vi un CD pirata a
la salida del metro Chapultepec”, reconoció Álvaro Bitrán.
En ese sentido, Saúl Bitrán agregó: “El hecho de que  curiosamente en México el CD aun se sigue
vendiendo aunque las tiendas están cerrando y hay problemas, nosotros en los
conciertos vendemos más discos que nunca. 
La dinámica está cambiando, las tiendas ya no pueden tener 10 mil discos
a la espera de que llegue un comprador y se interese obviamente los costos de
eso ya no. Pero hay otros mercados, hay otras dinámicas que están surgiendo, y
en nuestro caso, el año pasado es el año que más discos hemos vendido. Las
descargas legales pagadas son una herramienta maravillosa, porque también el
costo físico de enviar y de quemar un disco y todo eso, pues se abaratan los
costos”
De cara al futuro

Sin ánimo de hacer planes a futuro, Álvaro Bitrán es
cauto: “Esto es un asunto tan milagroso, tan frágil con que alguien se rompa el
dedo chiquito o cualquier cosa de nosotros cuatro toco madera se acaba, no?
Entonces nunca hemos pensado a larga distancia, vamos día por día, por lo
pronto lo que nos ocupa es el concierto del 26”
En esa misma tónica, Saúl comentó: “Yo diría que lo único
que nos dejaría de hacer tocar por voluntad propia, es que sentimos que ya no
estamos tocando bien, digamos si Dios quiere y no hay ningún accidente y
seguimos disfrutando y seguimos tocando bien, seguiremos. Si la calidad del
grupo a nuestros oídos ya no es la misma, diremos que no queremos dar pena,
como los buenos futbolistas, que saben cuándo retirarse, en lugar de irse a
jugar a la cuarta división. Era mejor terminar en el real Madrid  que en el Celaya. Creo que nosotros queremos
terminar en la primera división y mientras lo estemos haciendo de ese nivel,
aquí estaremos”
12AM

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