La partida de Carlos Fuentes generó, además de tristeza, diversas reacciones por parte de escritores.
El diario español El País, publicó varios articulos firmados por Jorge Volpi, Julio Ortega, Juan Goytisolo, Ricardo Piglia, Antonio Gamoneda y Nélida Piñón.
Presentamos una selección con los fragmentos sobresalientes en los textos.
«Fuentes no sólo me enclaustró en un abismo narrativo inimaginable, del que no he conseguido salir del todo, en donde las eras y los lugares más lejanos se entremezclan y fecundan, sino que me contagió, para siempre, con el virus de la novela. Como para tantos miembros de mi generación, fue mi Virgilio. Poco después, Eloy y yo nos internamos en otras de sus grandes ficciones, La muerte de Artemio Cruz, La región más transparente y, sobre todo, Aura», Jorge Volpi.
«Fue hace diez días, en un hotel de Buenos Aires. Estábamos comiendo, charlando de tantas cosas, viejas, nuevas: Fuentes siempre las combinaba. Me pidió que le contara sobre la situación política argentina, me dijo que los candidatos mexicanos eran todos mediocres, hablamos un rato largo de más literatura. Nos habíamos conocido 25 años atrás, en Madrid, donde nos presentó Julián Ríos: creo que aquel día le conté que en la primera página de mi primera novela el protagonista le hablaba a su novia de uno de sus libros, La muerte de Artemio Cruz, uno de sus mejores… A sus 83 seguía preguntando, interesándose: tan vivo. Ahora, dicen, se murió. Quizá sea cierto. Una noche de hace diez años, también en Buenos Aires, fuimos a escuchar tangos. Era sábado y estábamos en un club de un suburbio porteño: una pista de basquet convertida en milonga, matrimonios añosos, bailarines eximios. Un presentador de ocasión tomó el micrófono para decir que estaba entre nosotros el mayor escritor latinoamericano, y todos aplaudieron. Fuentes saludaba con su inclinación cortita de cabeza; después le pregunté cómo le resultaba eso de escuchar todo el tiempo tanto elogio, tanto gran escritor», Martín Caparrós.
«La magnitud y valor de su obra refiere a una arquitectura en continua construcción, una aventura vigorosa hasta el último momento, que a últimas fechas parecía trazar un círculo: la voz inaugural de La muerte de Artemio Cruz, o la más vasta de Terra Nostra o Cristóbal Nonato, se aproximaban al encuentro de las resonancias brillantes de sus último libros: Carolina Grau, o Adán en Edén. La de Fuentes fue una voz construida a partir de una pluralidad de voces. El tránsito del nacionalismo aciago al cosmopolitismo prometedor marcó cada uno de sus relatos, y como ensayista se propuso combatir los atisbos que lastran la historia intercontinental. Fuentes ha sido uno de los interlocutores distinguidos que, desde la inteligencia y la cultura, buscaron que las sociedades víctimas de su pasado accedieran a una estadio por encima de su fatalidad secular», Sergio Gónzalez Rodriguez.
12AM