Casa Seminario 12, exhibe una selección de textiles provenientes de lugares como Chile, Colombia y México, que muestran el dolor y la indignación de quienes buscan las huellas de sus desaparecidos
Karen Rivera / Ciudad de México
¿Cómo dibujar la tortura, la represión, la desaparición?, ¿Cómo transformar el horror, la violencia y el duelo en una pieza artística?
Las antropólogas Mariana Rivera, de origen mexicano, Isabel González, de origen colombiano, y la curadora chilena Roberta Bacic, quien se encuentra exiliada en Irlanda del Norte, trabajaron por más de año y medio en el desarrollo de la exposición Tras las huellas de l_s desaparecid_os: historias de resistencia/ dignidad documentando la búsqueda de personas en el textil. Una muestra que con hilos, agujas y trozos de tela se suma a la denuncia.
«Estas piezas tienen como esta carga simbólica, por un lado, digamos que el tejido el textil, normalmente son actividades que se han denegado a lo femenino, como actividades que realizan las mujeres en la privacidad de sus hogares; sin embargo, esta misma manera de contar historias, porque el tejido es un lenguaje, es una narrativa, se cuentan estas historias, pues creo que muchos colectivos o grupos de mujeres han utilizado esto que antes la subordinaba para llevarlo al espacio público, hacerlo un ejercicio de denuncia», explicó en entrevista la antropóloga, Mariana Rivera.
«Y en muchos casos, sobre todo, creo que Colombia es un caso excepcional, donde estas historias textiles han llegado a la Corte, a donde se litigan estos casos de violación de derechos humanos, entonces creo que principalmente son ejercicios también de dignidad, donde la gente no solamente es víctima, también es creadora, y se posiciona desde un lugar de enunciación», agregó.
La exposición se compone de 73 obras físicas, algunas de ellas llegaron de Colombia e Irlanda del Norte, de este último sitio se trasladaron las piezas de la colección de Roberta Bacic.
«Ella es quien ha facilitado las piezas que dan título a esta exposición, que es una selección de obras textiles que ella ha conformado a lo largo de su vida. La conforman piezas textiles llamadas artilleras, son obras realizadas en los años 70 durante la dictadura de Pinochet, en Chile, donde mujeres, muchas de ellas, no sabemos sus nombres, se dedicaron a tejer y a representar a través del bordado y el tejido las historias de violencia, desaparición y asesinatos que se vivía en la época de la dictadura», mencionó Rivera.
Dividida en dos salas, la primera dedicada a la búsqueda y la segunda al feminicidio, en esta muestra también se podrá ver el trabajo de mujeres colombianas sobrevivientes del conflicto armado; así como los bordados de los mexicanos que exigen respuestas por sus desaparecidos.
«Estas obras son una radiografía que nos hace ver cuál es la materia de creadores de estos textiles, y sorprendentemente el feminicidio ocupa el primer lugar. […] La exposición también es, de alguna manera, un homenaje a las personas que buscan, no solamente a los desaparecidos, sino a los que están detrás dando la batalla día a día en una situación sumamente compleja», concluyó.
Tras las huellas de l_s desaparecid_os se exhibe en la Casa Seminario 12, en el Centro de la Ciudad de México y se podrá visitar hasta el 5 de febrero.
De manera paralela se puede seguir la muestra virtual en la página de Instagram Repositorio Textimonial, donde se publican cada día tres obras distintas, algunas no se pueden ver de manera física.
Imagen de portada: ©Heriberto Paredes / Pie de Página