El embrión es un tipo de oviraptorosaurio; mide 27 centímetros de la cabeza a la cola y yace en un huevo de 17 centímetros de largo
Redacción / Ciudad de México
Un embrión de dinosaurio muy bien conservado ha sido encontrado en Ganzhou, al sur de China, informó un grupo de científicos el 21 de diciembre.
El embrión es un tipo de oviraptorosaurio, un grupo de dinosaurios terópodo con pico estrechamente relacionados con las aves modernas que vivieron hace entre 130 y 66 millones de años; los investigadores los han bautizado como Baby Yingliang.
«Este es uno de los mejores embriones de dinosaurio jamás encontrados», dijo a la AFP Fion Waisum Ma, de la Universidad de Birmingham y coautor del estudio, publicado en la revista iScience.
La cría de dinosaurio parecía estar a punto de salir de su cascarón, con la cabeza metida entre los dedos de los pies; Esta posición nunca se ha visto antes en los dinosaurios, pero es bien conocida en las aves. Un suceso desconocido enterró el huevo antes de que la pequeña criatura pudiera dar su primera respiración, preservando al animal sin eclosionar durante decenas de millones de años.
Según información de iScience, la empresa de extracción de piedra Yingliang Group descubrió el huevo en el año 2000, pero pasaron otros 15 años antes de que alguien se diera cuenta de la importancia del hallazgo, cuando unos frágiles huesos expuestos por una grieta en la superficie del huevo insinuaron el premio que atesoraba en su interior.
«No podía creer lo que veían mis ojos porque está perfectamente conservado», dijo la autora del estudio, Darla Zalenitsky, paleontóloga de la Universidad de Calgary, en Alberta (Canadá) especializada en huevos de dinosaurio.
El dinosaurio infantil procede de rocas cuya antigüedad se estima en unos 70 millones de años, aunque su edad exacta sigue siendo incierta. Estas criaturas comparten muchos rasgos con sus parientes aviares, y el embrión insinúa uno más: una posición curvada antes de la eclosión.
«Es notable echar un vistazo a las primeras etapas de la vida de los animales que vivieron hace más de 70 millones de años. Las pruebas de que las aves son dinosaurios terópodos vivos son, en este momento, abrumadoras», dijo por correo electrónico a la revista National Geographic, Lindsay Zanno, jefe de paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte (Estados Unidos) e investigadora de la Universidad Estatal de Carolina del Norte.
Acurrucado en su huevo como un bebé pájaro
Los oviraptorosaurios, cuyo nombre significa lagarto que roba huevos, eran dinosaurios emplumados que vivían en Asia y América del Norte durante el período Cretácico Superior.
Podían tener diferentes formas de pico y dietas, y su tamaño oscilaba entre los monos y los enormes gigantoraptores, que medían ocho metros de longitud.
El Baby Yingliang mide 27 centímetros de la cabeza a la cola y yace en un huevo de 17 centímetros de largo. Habría crecido hasta dos o tres metros de longitud si hubiera llegado a la edad adulta y se habría alimentado de plantas.
«Este embrión de dinosaurio en su huevo es uno de los fósiles más bellos que he visto nunca», declaró en un comunicado el profesor Steve Brusatte, de la Universidad de Edimburgo y miembro del equipo de investigación. El espécimen «se parece exactamente a un polluelo acurrucado en su huevo, lo que proporciona una prueba más de que muchos de los rasgos de las aves actuales derivan de sus antepasados dinosaurios», añadió.
Los investigadores esperan estudiar el embrión con más detalle utilizando técnicas de imagen para revelar su esqueleto completo.
Con información de National Geographic.