El primer libro está dedicado a Guillermina Bravo, figura fundamental de la danza y de la cultura mexicana
Huemanzin Rodríguez/Ciudad de México.
Un grupo de editores y diseñadores se ha reunido para crear un sello editorial independiente que busca comunicarse con un público amplio, acercar a la danza con una propuesta visual atractiva que permita que la lectura sea una experiencia corporal. Hayde Lachino, quien fundó y dirigió las Jornadas Internacionales de Videodanza-México y codirigió el Festival Internacional de Danza y Medios Electrónicos, es la directora editorial de Nicolasa; y comparte detalles del primer libro titulado Guillermina, la niña que bailaba, con texto de Alejandra Monroy Becerra y Edith Hernández Durana.
«El equipo editorial Nicolás ha trabajado en otros proyectos editoriales dedicados a la danza, en donde nos dimos cuenta que la gente sí quiere leer sobre danza, pero también era necesario generar proyectos que estuvieran dirigidos a un público no especializado, casi todas las publicaciones sobre danza están dirigidas a investigadores, docentes, especialistas de la danza —celebramos mucho que esto ocurra—, pero sentíamos que había un nicho, un sector poblacional muy importante que también estaba interesado.
»También pensamos en todos los artistas que han aportado tanto la cultura nacional y que no necesariamente son reconocidos más allá del ámbito de la danza. Entonces, con esto en mente, decidimos lanzar este sello editorial cuyo nombre es Nicolasa, dedicado a Guillermina Nicolasa Bravo. Y el primer libro está dedicado a Guillermina Bravo, bailarina y coreógrafa, figura profundamente importante para la cultura nacional, es la primera mujer que recibe el Premio Nacional de Ciencias y Artes por toda su labor a favor de la cultura nacional y por sus aportes para la construcción de un Estado democrático.»
El equipo de trabajo es pequeño, pero con personas experimentadas vinculadas a la danza en diversos medios y plataformas ¿Cuál es la idea que inspira el nacimiento de Nicolasa?
El libro es resultado de un trabajo de laboratorio, casi artesanal. El texto es de Alejandra Monroy Becerra, quien al igual que todas las personas que estamos en Nicolasa, queremos mostrar otras posibles figuras para las niñas. Creemos que las niñas en México merecen leer libros que les devuelvan imágenes de otras niñas que han decidido alcanzar sus sueños. Guillermina Bravo desde niña va a pelear por dedicarse a la danza, por formar parte del movimiento naciente de la danza nacionalista mexicana. Entonces la autora fue muy puntual, ella nos dijo que una de las de las motivaciones para escribir el texto, fue pensar en lo que le gustaría que su hija leyera. A partir de ahí, lo que vemos es una niña que ante la injusticia social no se queda callada, que siempre está actuando a favor de los pobres del pueblo de México y que resuelve los problemas que tiene. Y, por otro lado, el trabajo de diseño de Nancy Elizabeth Morales Muñiz, que además de diseñadora es historiadora, hizo una investigación iconográfica y vio coreografías de Guillermina Bravo.
El texto habla de todo este proyecto cultural del vasconcelismo y el nacionalismo, así que las ilustraciones de Edith Hernández Durana tenían que apelar a eso, con texturas que recuerdan a Diego Rivera o el terracota que recuerda a Rufino Tamayo; que el libro tuviera movimiento a través del color, que la gente tuviera una experiencia lectora y una experiencia sensorial múltiple.
Para nosotros la lectura es una experiencia del cuerpo y queríamos que el libro en honor a Guillermina fuera una experiencia corporal completa.
¿Qué otros personajes estarán en las siguientes ediciones de Nicolasa?
Ya estamos trabajando un libro sobre Raúl Flores Canelo (1929-1992) y otro sobre Nellie Campobello (1900-1986), figuras también muy importantes. Pero no sólo eso. Estamos trabajando otros libros, por ejemplo, uno de fotografías en donde mostramos, cómo baila el mexicano contemporáneo.
Con el libro Guillermina, la niña que bailaba, estamos entrando a algunas librerías pequeñas, pero debido a los procesos que vivimos por la pandemia la distribución se ha vuelto compleja. Poe ello, a través de las redes sociales, la gente puede contactarnos, tenemos una sociedad con bici mensajeros, chicos que estudian la universidad y que durante la pandemia hacen entregas a domicilio. Con ellos hicimos una alianza bien bonita y estamos llevando los libros hasta la puerta de la gente porque entendemos que no toda la gente que está en redes sociales va a una librería, como hay gente que va a librerías y no atiende otras lógicas de consumo. Lo que intentamos es diversificarnos para atender a todas las prácticas de consumo de libros. Eso es interesante porque, entre más jóvenes, tenemos una interacción mayor en redes sociales. La gente de mayor edad va a la librería, busca el libro, lo palpa antes de tomar una decisión. Son hábitos distintos y queremos formar parte de ellos porque ambos son importantes.
Estamos en Instagram, Twitter y Facebook, el proceso es simple: Nos mandan un mensaje y una compañera genera un enlace de pago, la gente paga y si es en la Ciudad de México, al día siguiente el cliente tiene el libro en sus manos. Cuando se trata de alguien interesado en otra parte de la República Mexicana el libro tarda 15 días en llegar.
Para mayor información sobre Editorial Nicolasa, puede visitar la página: http://ednicolasa.com/index.html