La obra de Parra se incorporó recientemente a la Galería de El Colegio Nacional como parte del homenaje que la institución realizó a quien fuera uno de sus miembros
Karen Rivera / Ciudad de México
Sentado, con la pierna derecha sobre la izquierda, con manos cruzadas y postura firme, Fernando del Paso saluda a quienes lo observan a través de este retrato. Viste su ropa favorita, desde la corbata hasta las mancuernillas, desde el saco hasta los guantes rojos, todo está perfectamente delineado como muestra de su interés por la moda. Su mirada fija y profunda, su peinado, barba y anteojos invitan a examinarlo con detenimiento.
En el 86 aniversario de su natalicio, Fernando del Paso fue retratado por el artista plástico José Parra. El cuadro que lo dibuja se incorporó recientemente a la Galería de El Colegio Nacional como parte del homenaje que la institución realizó a quien fuera uno de sus miembros.
La dependencia, que agrupa a científicos, artistas y humanistas mexicanos destacados desde 1943, tiene desde 1946 la tradición de honrar la memoria de sus miembros fallecidos con un retrato al óleo. Esta propuesta fue impulsada por el entonces colegiado José Vasconcelos y los dos primeros retratos, el de Antonio Caso y Ezequiel A. Chávez, fueron realizados por José Clemente Orozco.
Por capas, sin evadir sus dimensiones, José Parra recrea al Premio Cervantes de Literatura 2015 con su universo fantástico, territorial, literario y pictórico. «Fue todo un reto poder representar en una pieza a un personaje tan completo como Fernando del Paso. Hay muchos ángulos. Tengo que confesar que se realizó en una especie de complicidad con sus hijos, quienes me ayudaron a conocer cada detalle», comentó el artista plástico en entrevista.
Originario de Guadalajara y egresado del Art Student´s League de Nueva York, José Parra comparte cuáles fueron las principales referencias que lo inspiraron para trazar con su pincel y su paleta de colores a Fernando del Paso.
El monólogo de Carlota
«Cuando lees Noticias del Imperio te das cuenta de la manera en la que el maestro Del Paso ingresa a la mente de la emperatriz Carlota para describir un periodo histórico importante del país. Se adentra a su locura y a sus recuerdos conmovedores, entonces tomé como primera referencia el retrato que le hizo el europeo Franz Xaver Winterhalter a Carlota, que se encuentra en el Castillo de Chapultepec. Me pareció poético colocar a Fernando del Paso en ese entorno, en el lugar de Carlota, pero no de pie, sentado. Se trata, sobre todo, de una referencia visual por el cortinaje y las columnas que lo rodean.»
Zurdo y diestro
«El cuadro se divide en dos hemisferios. Fernando del Paso era zurdo, pero aprendió a escribir con su mano derecha; sin embargo, toda su obra plástica la realizaba con la mano izquierda. Consideré pertinente dividir el cuadro en dos segmentos, el derecho, que habla más de su obra literaria y de Noticias del Imperio, y la parte izquierda, que se refiere a su obra pictórica y muestra datos biográficos.»
Guantes rojos
«Los guantes de Fernando del Paso hacen referencia al periodo de su vida en el que habitó Londres, cuando a consecuencia del frío tuvo que quitar las puntas de los guantes para poder seguir escribiendo. Más tarde se convirtieron en una especie de símbolo de su particular estilo de vestir. El tono rojo rompe con la paleta de composición, es como si a partir de estos guantes brota todo lo demás.»
La casa de Orizaba
«En la parte izquierda del cuadro dibujé la fachada de la casa de la calle Orizaba, en la colonia Roma, donde nació Fernando del Paso. Lo que hice fue pintar el barandal en perspectiva, que termina justo en donde inicia la Catedral de Guadalajara, como referencia al origen y destino del autor. Entre esos puntos, el barandal y la catedral, coloqué referencias de Londres y París, ciudades en las que habitó. En general, lo que hice fue recrear una ciudad fantástica que se construye con elementos de Guadalajara, París, Londres y Ciudad de México, donde levanto castillos en el aire, elementos característicos de su obra pictórica.»
La silla
«Una referencia biográfica es el respaldo de la silla donde se encuentra sentado, porque tiene las iniciales de Socorro Gordillo, su esposa, con quien realizó el libro La cocina mexicana. Es una manera de hablar de ella como el respaldo que siempre tuvo. La silla es una invención inspirada en el barroco y del siglo XIX y para retratarlo sentado tuve que observar algunas de sus entrevistas publicadas en Internet para capturar sus posturas.
»Se trata de un gigante que le ha dado valor a las letras y a la cultura, apenas estamos empezando a valorarlo en todas sus dimensiones», concluyó José Parra.