La Alta Comisionada para los DDHH en la ONU señala que la emergencia es una oportunidad para cambiar todo lo que en la «vieja normalidad» no ha funcionado y también «el cómo se valorizar el rol de la mujer»
Ciudad de México (N22/Ana León).- Michelle Bachelet es una destacada política chilena en el amplio sentido de la palabra. Tiene un su pasado la estela que dejó su madre, una defensora de derechos humanos en su país y símbolo de la resistencia al pinochetismo, Ángela Jeria. De ella aprendió —como señaló al inicio de esta charla del Hay Festival Querétaro, organizada en conjunto con el diario El País en la que conversó con su director Javier Moreno—, que todos debíamos tener derechos iguales. Y justo sobre el estado de los Derechos Humanos en América Latina y la violencia en la región, desde su rol como Alta Comisionada para los Derechos Humanos en la ONU, es que se desarrolló esta conversación la mañana de este lunes.
Aquí te presentamos algunos destacados de esta charla.
¿Qué es lo que más le preocupa acerca de los DDHH en América Latina?
Yo creo que una de las cosas que más me preocupa, porque al final se expresa en violación de DDHH, aunque no todo el mundo lo identifique como una violación de DDHH, es las profundas desigualdades que hay en la región. […] Y por lo tanto, eso se expresa en niveles de pobreza importantes en muchos países aunque algunos han ido saliendo de la pobreza de una manera mejor que otra.
El virus afecta a todos por igual en cuanto a que todos nos podemos infectar, pero el impacto de la infección afecta desproporcionadamente a estos grupos más vulnerables. La pandemia también nos ha mostrado las debilidades institucionales. Instituciones que existen, pero tiene disfuncionalidades.
Hay una recesión global y un riesgo a retroceder tres décadas. CEPAL señala que habrá una caída de 9,1 del PIB; un crecimiento de la pobreza: 231 millones de personas más van a ser pobres y 98 millones estarán en pobreza extrema. Y tendremos altas tasas de desempleo.
Si ya teníamos una desigualdad de base muy importante, la pandemia lo que ha demostrado es que la “normalidad” no es una buena normalidad. Que los sistemas económicos no estaban respondiéndole a la mayoría de las sociedades. Que los sistemas políticos tampoco.
¿Qué de la “vieja normalidad” no debe volver?
No tengo clara la solución definitiva al tema. Tengo claro el diagnóstico.
El actual sistema económico ha aumentado la brecha de desigualdad. Creo que remirar el sistema económico con dos perspectivas: en cómo se hace el sistema económico más inclusivo, que permita que las personas tengan acceso, resolver las cuestiones del trabajo informal […] y que tengamos una economía que respete el medioambiente. Porque muchos de los problemas que hemos tenido con estas pandemias, con estas epidemias, se debe a zoonosis.
Yo creo que ésta debiera ser una oportunidad para realmente construir mejor. Y construir mejor también quiere decir cómo entendemos que es clave la participación de las personas. La participación comunitaria.
Colombia, el acuerdo de paz y el resurgimiento de la violencia
Es un acuerdo de paz que tenía un horizonte largo, un acuerdo de paz muy completo que además hace una perspectiva de género y, por otro lado, es un acuerdo de paz que plantea la necesidad de, no sé si llamarla reforma agraria, pero que revisa la parte de distribución de la tierra, del apoyo a los campesinos pobres. Estos procesos no se logran de un día a otro, requieren muchos recursos.
En algunos espacios en el pasado tenían grupos [las FARC] que poseían esos territorios, al retirarse de ellos, no necesariamente el Estado logra hacerse cargo y lo que se ha generado es el crecimiento de grupos armados que luchan por el control de economías ilícitas. Y eso ha tenido graves consecuencias para la población civil.
La verdad es que hemos visto un incremento de masacres muy importantes afectando a jóvenes y niños. A la fecha, nosotros tenemos documentadas 34 masacres. Y, por otro lado, siguen los asesinatos a líderes sociales, defensores de DDHH y ex combatientes de las FARC.
Creo que cada país puede generar mejores mecanismos de protección de defensores DDHH y de protección de periodistas. A México se le hizo una recomendación de doscientas y tantas observaciones de cómo mejorar este sistema.
Yo soy una convencida que mientras haya impunidad la violencia va a persistir.
Al finalizar la charla, Javier Moreno señaló que se sabe que todos los días se asesinan a 11 mujeres en México. En su análisis, el paso imprescindible para solucionarlo es que las autoridades reconozcan que el problema existe y señaló que en México el presidente en reiteradas ocasiones se ha negado a reconocerlo como un problema específico o lo enmarca dentro de un problema general de violencia o directamente lo niega. Y si el primer mandatario de un país se resiste a verlo… esto complica más las cosas.
Sí, creo que es clave que los líderes tienen que hacerse cargo de que el feminicidio es una realidad dramática en nuestra región. El que la violencia contra la mujer es una realidad dramática. Si hablamos de cómo construir el mundo mejor luego de la pandemia, también es el cómo se valorizar el rol de la mujer.
De los doce países que mejor manejaron la pandemia, nueve están manejados por mujeres.
Siento que también una manera de prever y prevenir es una sociedad que reconoce el enorme capital que tiene en sus mujeres, que reconoce el valor de las mujeres y que lo hace cotidianamente en toda sus instituciones.
Yo al menos como como ex jefe de Estado, como ex jefe de gobierno, creo que como una actitud en todos los temas, más vale hacerse cargo, más vale decir tenemos un problema y cómo lo enfrentamos.
La charla completa la puedes ver aquí.