En Ammonite el director inglés se asoma a la vida de esta paleontóloga también inglesa nacida en el último año del siglo XVIII y cuyo trabajo desarrolló en la primera mitad del XIX. Mira también a la relación amorosa que sostuvo con la joven Charlotte Murchison
Ciudad de México (N22/Redacción).- Uno de los peores golpes que tuvo el arte debido a la pandemia de coronavirus, fue sin duda, la cancelación de festivales internacionales de cine y con ello la postergación del estreno de películas que esperábamos con ansias.
El 73° Festival de Cannes fue uno de estos eventos cancelados, no obstante, dio a conocer su lista de películas seleccionadas y les otorgó el sello para su distribución; en la lista, conformada por 56 películas, destaca Ammonite de Francis Lee.
El segundo drama romántico de Lee, es protagonizado por Kate Winslet, quien recientemente trabajó en Wonder Wheel (2017) de Woody Allen y Saoirse Ronan que fue nominada como Mejor Actriz en los Premios Oscar por su participación en Mujercitas (2019) de Greta Gerwig.
Ammonite nos traslada a la Inglaterra de 1840 y nos cuenta la vida de Mary Anning (Winslet), una famosa paleontóloga y geóloga, y la vida amorosa que tuvo con una joven llamada Charlotte Murchison (Ronan).
El director expresó en una entrevista que la idea de retomar un personaje sumamente importante para la historia de la paleontología como lo fue Mary Anning, tiene que ver con el enorme menosprecio que ella sufrió en vida, ya que, debido a la sociedad patriarcal en la que vivió, sus hallazgos fueron ninguneados hasta que, luego de su muerte, fue redescubierta para que se le otorgara el crédito que merecía.
«En 2017, estaba investigando un regalo para alguien a quien le gustaban las piedras pulidas y los fósiles, y cada vez que escribía «fósil» o «amonita» en Google, aparecía el nombre de Mary Anning. Entonces leí sobre esta mujer, que vivía en Lyme Regis en la costa sur de Inglaterra a principios del siglo XIX. Ella nació en una familia muy pobre, su padre murió cuando ella tenía diez años y ella se convirtió en la principal fuente de ingresos. Ella no tenía ninguna educación aparte de la escuela dominical, sin embargo, se convirtió en la principal paleontóloga de su generación. Pero Gran Bretaña era una sociedad muy patriarcal y clasista, por lo que sus hallazgos científicos no le fueron dados su autoría. Eso realmente me tocó la fibra: alguien que no es visto o reconocido», declaró Lee.
Con respecto al título de la película, el director mencionó que funciona como un término con doble significado:
«Una amonita es una babosa de mar blanda y muy vulnerable y, para protegerse, se encierra en un caparazón muy duro (como lo hace el personaje de Winslet)».
Sin duda la película de Lee, nos ha dejado con la boca abierta, por lo que estamos impacientes para poder apreciarla. Mientras esperamos la fecha de estreno, les contamos un poco acerca de quién fue la paleontóloga que próximamente andará en boca de todos.
Mary Anning (1799-1847) vivió en Lyme Regis, un pueblo costero de Inglaterra. Como menciona Lee, fue extremadamente pobre, al punto de apoyar la economía de su familia desde muy pequeña, por lo que no tuvo la oportunidad de estudiar. Ella ayudaba a su padre a recolectar fósiles, para venderlos a los turistas que arribaban al pueblo.
Tras la muerte de su padre, ella tuvo que hacerse cargo del negocio, a pesar del gran riesgo que representaba recolectar los fósiles.
Entre sus grandes hallazgos, destacan los primeros esqueletos de ictiosaurio y plesiosaurio; el primer pterosaurio fue de Alemania y diversos fósiles de peces. Asimismo, también demostró que los coprolitos conocidos como piedras de bezoar, son heces fosilizadas.
Su trabajo fue punta de lanza en varios estudios prehistóricos sobre la extinción. No obstante, en vida jamás se le permitió publicar nada de lo que descubrió por el hecho de ser mujer, incluso varios geólogos utilizaron sus descubrimientos en sus propios trabajos, sin darle ningún tipo de crédito.
Mary recolectaba los fósiles, posteriormente los vendía a científicos que iban a su tienda y compraban sus hallazgos para después escribir sobre ellos. A pesar de que poco a poco se fue haciendo de amistad con los científicos que la visitaban, nunca se le permitió formar parte de la Sociedad Geológica de Londres.
Fue a los 47 años años cuando un cáncer terminó con la vida de Mary Anning; sin embargo, tras su muerte, la Sociedad Geológica que le negó pertenecer a sus filas, organizó su funeral y escribió un discurso que luego fue publicado en el que se le rindió homenaje a la paleontóloga.
Dicho discurso sería el primer registro de los descubrimientos de la paleontóloga, posteriormente se fue conociendo su trabajo en las sociedades de científicos de Inglaterra.
Charles Dickens escribió sobre ella: «La hija del carpintero que se ganó un nombre por sí misma, y que lo merecía».