Expertos señalan que este tipo de estudios ayudan a pintar una imagen más rica de la vida de los dinosaurios y tiene implicaciones para los orígenes evolutivos y la historia del cáncer
Ciudad de México (N22/Redacción).- ¿Te habías preguntado si los dinosaurios padecieron algún tipo de enfermedad? Pues según un estudio realizado por el especialista en patología de la Universidad Mcmaster, Mark Crowther y el paleontólogo del Museo Real de Ontario, David Evans, se reveló que los dinosaurios padecían un cáncer que afecta a los humanos en la actualidad.
El equipo multidisciplinario dirigido por el paleontólogo, estudió el hueso de aproximadamente 75 millones de años; se realizaron pruebas por dentro y por fuera, examinando todo, desde la forma exterior hasta la estructura microscópica interna. Al final, los expertos llegaron a un diagnóstico de osteosarcoma, un cáncer óseo maligno que afecta a aproximadamente a 3.4 de cada millones de personas en todo el mundo. El nuevo estudio del equipo, publicado en The Lancet , proporciona la evidencia más detallada hasta ahora del cáncer en un dinosaurio.
Descubrir el osteosarcoma en un dinosaurio tiene implicaciones para los orígenes evolutivos y la historia del cáncer. «Si los humanos y los dinosaurios contraen el mismo tipo de cáncer de hueso», dijo la paleontóloga de la Universidad George Washington, Catherine Forster, «entonces los cánceres de hueso se desarrollaron profundamente en la historia evolutiva, antes de que los linajes de mamíferos y reptiles se separaran hace 300 millones de años».
Cabe destacar que el hueso fundamental no fue un hallazgo aislado, ya que sólo es una parte del enorme lecho de huesos que contenía los restos de docenas del dinosaurio cornudo Centrosaurus. Se estima que una gran manada de estos dinosaurios cornudos perecieron juntos, probablemente en una inundación que arrasó una costa antigua.
En 1989, el Royal Tyrrell Museum of Paleontology excavó en ese lugar y entre sus hallazgos se encontró un peroné, o hueso de la parte inferior de la pierna, que parecía extraño. El hueso mostró algún tipo de lesión, quizás una fractura curada, y fue archivado en las colección de huesos patológicos del museo.
Años más tarde, David Evans, conoció Mark Crowther, en un evento social. Ambos comenzaron a hablar sobre el cáncer de huesos en los dinosaurios y, según recuerda Evans, «dije que nuestra mejor opción para encontrar el cáncer de dinosaurios era ir a las colecciones del Museo Royal Tyrrell y buscar entre sus grandes reservas de huesos de dinosaurios patológicos».
Los investigadores estudiaron detenidamente las colecciones del Royal Tyrrell con otros expertos tanto en dinosaurios como en enfermedades. El equipo investigó en cientos de fósiles y redescubrió el hueso Centrosaurus. La herida en el hueso no parecía una rotura, por lo que fue un buen candidato para el cáncer cretáceo.
Gracias a la tecnología avanzada, expertos en oncología musculoesquelética y patología humana examinaron cada detalle del hueso; su apariencia física externa y su estructura interna mediante una tomografía computarizada de rayos X de alta resolución; una vez terminados los estudios, pudieron confirmaron un diagnóstico de osteosarcoma.
«Los cánceres malignos son agresivos y pueden propagarse a otras partes del cuerpo y, como tales, a menudo son fatales», dijo Evans. En este caso, el cáncer de hueso parece tan avanzado que probablemente se haya diseminado a otros puntos del cuerpo.
A pesar de que, anteriormente, otros paleontólogos ya habían encontrado cáncer en huesos de dinosaurios, Evans señaló que esta es la primera vez que se confirma un cáncer maligno a través de múltiples líneas de evidencia.
Por su parte, el paleopatólogo de la Universidad Estatal de Montana, Ewan Wolff, comentó que las imágenes del nuevo estudio parecen representar un tumor, no obstante, mencionó que le “me gustaría ver una comparación con animales más estrechamente relacionados con los dinosaurios».
«Cuando los paleontólogos ven pequeños puntos y protuberancias en los huesos de dinosaurios, a menudo asumimos que debe haber sido por una lesión traumática», dice Andrew Farke del Museo de Paleontología Raymond M. Alf. Por el contrario, dice Farke, la nueva investigación proporciona un alto nivel de evidencia para el diagnóstico de cáncer y ofrece un recordatorio a los paleontólogos para verificar sus suposiciones sobre las paleopatologías.
Este hallazgo nos ayuda a pintar una imagen más rica de las vidas de los dinosaurios. «Los dinosaurios pueden parecer criaturas míticas, pero eran animales que vivían y respiraban, que sufrieron horribles heridas y enfermedades», dijo Evans, «y este descubrimiento ciertamente los hace más reales y ayuda a darles vida en ese sentido».
Imagen de portada: Esqueleto de un Centrosaurus / Royal Tyrrell Museum