La frase completa la remataba la palabra “santo”. ¿Te imaginas qué perfil tendría la máxima casa de estudios si ésta hubiera formado parte de dicha leyenda? Aquí te contamos esta historia
Ciudad de México (N22/José Meléndez).- José Vasconcelos afirmaba que desde 1920 el verdadero lema de la Universidad era «Por Mi raza hablará el espíritu santo». Tiempos de un profundo anticlericalismo y en que la palabra espíritu en el lema de la máxima casa de estudios significaba la presencia de Dios. Señalado y criticado, Vasconcelos justifica sus fundamentos en el escrito Los Motivos del Escudo y esta es su historia.
Cuando José Vasconcelos asume la rectoría de la Universidad Nacional de México el 9 de junio de 1920, el país vivía un periodo de entusiasmo y confianza en el nuevo orden establecido surgido después del movimiento revolucionario. Se respiraba una creciente fe en la patria que iba acompañada de una exaltación por aprovechar al máximo las instituciones que permitirían a México salir del rezago en que se encontraba después de años de lucha armada. José Vasconcelos Calderón (1882-1959) se distinguiría en su rectorado por la organización de un programa editorial en el que ponía un especial énfasis a la difusión de los autores clásicos de la literatura a amplios sectores de la sociedad mexicana de ese entonces. En ese momento ideó para la Universidad un escudo que pudiera representar los valores e ideales de la institución educativa de enseñanza superior en México. Dicho escudo estaba conformado por el águila mexicana y el cóndor andino que enmarcan el mapa de la América Latina; desde la frontera norte de México hasta el Cabo de Hornos, que representa la unión de los iberoamericanos: «Nuestro continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se consumará la unidad». Por su parte, el lema que acompañaría el escudo universitario manifiesta la vocación humanista con la que fue concebida. Se «significa en este lema la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas, de esencia espiritual y libérrima», explicó el rector Vasconcelos, el “Maestro de América” al momento de presentar la propuesta. Más tarde explicaría de modo exacto: «Imaginé así el escudo universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una leyenda: “Por mi raza hablará el espíritu”, pretendiendo significar que despertábamos de una larga noche de opresión».
Sin embargo, muchos años después el ex Rector Vasconcelos Calderón aseguraba que el verdadero lema de la Universidad Nacional era: “Por mi raza hablará el espíritu santo”. Explica: «Usé la vaga palabra “Espíritu” que en el lema significa la presencia de Dios, cuyo nombre nos prohíbe mencionar, dentro del mundo oficial, la Reforma protestante que todavía no ha sido posible desenraizar de las Constituciones del 57 y del 17. Yo sé que no hay otro espíritu válido que el Espíritu Santo». Este es parte de discurso “Los motivos del escudo” que fue pronunciado por José Vasconcelos ante la Confederación Nacional de estudiantes y cuyo texto aparece en un fragmento de su libro: En el ocaso de mi vida, publicado en 1957.
Vasconcelos Calderón aclaró que durante su etapa como rector había un profundo jacobinismo en el sector revolucionario institucional que hubiera hecho imposible el impulsar el lema universitario en su sentido cristiano. La explicación se hizo en 1953, siendo ya un exacerbado crítico del sistema político mexicano. Vasconcelos sabía que el escudo universitario y su lema original fue propuesto como símbolo de unidad donde se encontrase la historia de la América Española, su cultura y su pensamiento. La Universidad Nacional debía ser el recinto del conocimiento que iluminaría el destino de México.