Desde la FIL Guadalajara Siri Hustvedt construye puentes para acercar el pasado y el presente, la ciencia y la literatura
Guadalajara (N22/Víctor Gaspar).- Difícilmente una escritora conjuga la ciencia con la poesía o incluso el ensayo. Tal es el caso de Siri Hustvedt quien ahora en la FIL de Guadalajara nos presenta Recuerdos del futuro. Háblenos de la historia detrás de este libro. ¿Cómo maneja esta paradoja entre los recuerdos ligados, obviamente, el pasado y el futuro?
He estado pensando y leyendo sobre la memoria, sobre la ciencia de la memoria y la filosofía de la memoria, por mucho tiempo. Ahora tengo 64 años y creo que nunca antes había estado particularmente interesada en el pasado. Pero como una persona mayor me he interesado en por qué la gente se convierte en quienes son y el papel que juega la memoria en ello. La memoria no es tan confiable, no es un documento factual de nuestro pasado. Pero el cómo recordamos es muy importante, creo yo, para determinar cómo vivimos nuestras vidas y cómo imaginamos el futuro.
¿Cómo considera que la ciencia ha determinado su creación en general y, en particular, en diferentes géneros como la poesía, el ensayo o la novela?
Pienso que hay muchas maneras de entender la complejidad del ser un ser humano. Creo que la ciencia es sólo parte de ello, no creo que es el fin único y no creo que la epistemología o la manera en que se desarrolla la ciencia puedan responder todas las preguntas. Sin embargo, he estado fascinada por lo que es el cerebro humano, cómo ese órgano determina quiénes somos. Lo que una lesión cerebral hace a nuestras memorias. Mi madre, quien murió no hace mucho, tenía demencia a una edad muy avanzada, murió de 96, y atestigüé la pérdida de su memoria inmediata.
¿En qué medida considera que la literatura es un instrumento para llegar a entender quiénes somos y a la exploración de la vida?
Creo que la literatura es una avenida hacia el conocimiento, de la misma manera que lo es la ciencia. La inmersión en otros mundos, eso es la literatura, expande nuestra conciencia.
¿Qué hay del aspecto ético de la literatura, de las novelas? Se trata de nuestra presencia en el mundo, es una posición humana en un mundo que no es factual sino que es imaginación y eso, sin duda, tiene que ver con una posición ética.
Verdaderamente siento que las novelas y su lectura, la lectura de la ficción, puede de hecho resultar peligrosa al rendirnos ante alguien más. Todos vivimos en un mundo con mala ficción. Estuve en los Estados Unidos y en este momento estamos poseídos por una gran cantidad de ficción dañina y terrible. Lo mejor de la novela, lo mejor de la ficción, puede ser un antídoto para una parte predominante del culto a la ficción, que daña a la gente diariamente cuando encienden las noticias.
¿Cómo percibe el estado del feminismo hoy en día y particularmente estando en México, donde los niveles de violencia en contra de mujeres es alto?
México no está solo en esto. Incluso en países escandinavos, donde el feminismo ha avanzado en muchas maneras, en los Estados Unidos o en México, hay aún mucha violencia contra las mujeres. Creo que #MeToo es muy importante porque podría haber variado un poco nuestros referentes, nuestras normas. Pero los movimientos sociales necesitan ser simples de alguna manera. Esto no está bien. Ése es el mensaje de #MeToo y aún se está construyendo. Pero creo que ha sido muy importante.
¿Cómo se refugia en usted misma para encontrar los temas y explorar ideas? Es un momento muy íntimo.
Lo es. Pero también creo que cuando la gente escribe, sea que escriba filosofía o escriban ficción, siempre nos permitimos ser habitados por otras personas, por otras voces. Entonces, no es tan solitario. No es lo mismo que estar en aislamiento o sentirse solo. Es un acto solitario con muchas voces que hablan al mismo tiempo.
Creo que la literatura nos puede ayudar a entender que verdaderamente estamos vinculados el uno con el otro, que no somos seres aislados y autónomos. De hecho todo ser humano depende de otro. Leer literatura incrementa esa conexión.