Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- En la Ciudad de México, 70 mil personas ejercen la prostitución. Se calcula que 18 mil son menores y que 5 mil lo hacen en al menos 17 puntos identificados en las calles de la capital.
Hace unos meses se dio a conocer la propuesta del diputado Temístocles Villanueva, para que la nueva “Ley de trabajadores no asalariados”, incluyera una regularización para la prostitución. El diputado explicó que esta iniciativa busca garantizar las condiciones para que ciudadanas y ciudadanos tengan acceso a un trabajo digno en el que se respeten los derechos en las leyes y en los que el Estado mexicano forma parte.
Antes de que existiera esta propuesta, Paulina Flores, Natalia Martínez y Karina López estudiantes de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) y Elena García, profesora de la materia “Práctica comunitaria”, de la misma carrera que se imparte en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se peguntaban: ¿cómo se podría ayudar a estas mujeres? ¿La respuesta? La creación de Lady Meche, una pequeña empresa que les da trabajo formal y que surgió precisamente en el interior del barrio de La Merced, uno de los lugares en el cual trabajan al menos tres mil sexoservidoras.
«Iniciamos trabajando con personas en situación de calle y farmacodependientes, a través de una organización que se llama “Hogar Integral de Juventud”, a través de ellos es como pudimos entrar al barrio. Una demanda del director de la organización era trabajar con mujeres del comercio sexual, porque es un tema muy importante en La Merced que no se aborda desde la intervención profesional de Trabajo Social. Nos dijeron que pensáramos en una manera de acercarnos a las mujeres para sacar un diagnóstico, y entre mil y una ideas se nos ocurrió acercarnos a ellas a través de cosméticos. Lo que hicimos fue montar a media calle una mesa y sillas, y las invitábamos a pintarse las uñas gratis», explicó en entrevista Paulina Flores, cofundadora de Lady Meche.
«Afortunadamente», como expresó Paulina, la UNAM creó una subárea de incubación social para poder proporcionar un financiamiento a un proyecto y que se pueda llevar a cabo formalmente como empresa, y es así como las cuatro fundadoras decidieron participar en la convocatoria resultado ganadoras. «Nos preguntamos, ¿cómo vamos a crear una empresa, de este tema que es muy delicado?, y fue gracias a nuestra mentora que empezamos a pensar que si fue la cosmética la que nos acercó a ellas, que sea de ese tema la empresa. Después de varios años de trabajar con las mujeres y de tener mucha confianza y contacto con nosotras, les platicamos todo lo del proyecto, les contamos de que queríamos que fuera algo cosmético, y muy emocionadas nos empezaron a dar propuestas de que se hiciera un labial, un esmalte, etcétera y así le fuimos dando forma a la empresa», mencionó Paulina Flores.
La empresa está constituida como “Alba Malva by Lady Meche”, esto con el fin de no sólo ser una línea de cosméticos, sino de buscar expandir su mercado a más productos, como una línea de ropa y que las mujeres que trabajen dentro de la empresa no solo sean del barrio de La Merced, sino las que se encuentran dentro de los trece corredores de explotación sexual de la Ciudad de México.
«Lanzamos productos como: bálsamos labiales, cremas, jabones naturales, shampoo; estamos realizando esta tendencia del jabón sólido, queremos también innovar en ese sentido, tenemos arcillas, mascarilla de barro negro, de arcilla blanca, tenemos una gama alta de productos con un precio mucho más accesible que el inicial. Las mujeres que ya llevan más años con nosotras, desde el principio, envasan, preparan los productos y demás, pero todo esto después de que nuestros asesores especializados en los temas, los de cosmética, las capacitaran. Una vez que ellas lo aprenden lo empiezan a hacer y tienen un pago por jornada, las horas las definen ellas. La idea también de Lady Meche es ser una economía circular donde todos los productos fueran comprados de forma directa a productores del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, todo es natural, todo es mexicano y todo artesanal»
Desde la perspectiva de Lady Meche, la empresa no está del lado de la regularización, pero tampoco de la prohibición. Ellas plantean ciertas opciones en las cuales respetan el hecho de que las mujeres decidan si seguir en esta actividad y fusionar con la empresa, o quedarse sólo trabajando en la empresa.
«Respetamos el hecho de que las mujeres decidan. Ellas pueden continuar en lo que decidan, pero que ellas mismas puedan darse cuenta de que pueden hacer otra cosa, de que sirven para otra cosa, no sólo el sexo, porque ellas tienen muy metido que las mujeres sólo sirven para eso, […] entonces la idea en este momento es que ellas puedan darse cuenta de que su fuerza de trabajo sirve, que pueden hacer un bálsamo labial, que pueden hacer una crema y que la gente quiere comprarla. Se puedan dar cuenta de que sus productos no se llevan su dignidad. […] Las mujeres con las que actualmente trabajamos continúan ejerciendo el comercio sexual, y las conocimos ejerciéndolo, hasta ahora sólo dos mujeres son las que han dejado la actividad para continuar en la empresa, pero continúan entrando más mujeres a la elaboración», explicó Flores.
Los productos de Lady Meche se encuentran a la venta a través de sus redes sociales como, Facebook e Instagram, así como en los diferentes bazares que se realizan en la Ciudad de México.
«Queremos que la gente vea y que piense que si van a consumir productos de belleza, lo hagan desde un consumo consciente, donde sepan que su compra tiene un impacto, no sólo en la piel, porque el producto es natural o porque todos los productos son mexicanos y artesanales, sino que le están dando una oportunidad a una mujer y que pueda elegir qué quiere de su vida», concluyó Paulina Flores.
Todas las imágenes: © Lady Meche