La capitana alemana de la embarcación humanitaria Sea Watch 3 está bajo arresto domiciliario luego de desembarcar sin permiso a 40 migrantes en Lampedusa; también se le investiga por el delito de favorecer la inmigración ilegal
Ciudad de México (N22/Redacción).- Tras rescatar a 40 migrantes y desembarcarlos en costas italianas, la capitana alemana de la embarcación humanitaria Sea Watch 3, Carola Rackete, fue detenida el sábado 29 de junio durante la madrugada en el puerto de Lampedusa.
La capitana había mantenido durante 16 días a los migrantes que había rescatado desde el 12 de junio, a bordo de la embarcación humanitaria. Esperaba fondear cerca del puerto de la isla de Lampedusa una vez tenida la autorización para desembarcar a los rescatados. A bordo la situación se agravó una noche antes cuando dos pasajeros enfermos tuvieron que ser evacuados y el resto amenazaba con tirarse al agua luego de pasar dos semanas en el barco.
La portavoz de la ONG Sea Watch Italia, Giorgia Linardi, señaló que «la comandante Carola no tuvo otra opción […] durante 36 horas había declarado el estado de necesidad que las autoridades italianas habían ignorado». Las autoridades italianas señalaron que ésta «no actuó en estado de necesidad por la situación de los migrantes a bordo y por tanto no estaba obligada a entrar en el puerto violando la orden de detenerse de la Guardia de Finanzas». La de Rackete «fue una decisión desesperada», aseguraron los abogados de la ONG.
Oponiéndose a la política migratoria de Matteo Salvini, el ultraderechista ministro de interior calificó la decisión de la capitana como un «acto de guerra» y que pidió que fuera «arrestada y expulsada». Johannes Bayer, presidenta de Sea Watch señaló: «estamos orgullosos de nuestra capitana. Ella hizo exactamente lo correcto. Defendió el derecho del mar y llevó a la gente a un lugar seguro.»
Tras atracar sin autorización en Lampedusa, fue detenida y trasladada a dependencias policiales, acusada de “resistencia o violencia contra un buque de guerra”, delito que implica una sentencia de tres a diez años. Este lunes, Rackete permaneció bajo arresto domiciliario, pues tras ser interrogada, el juez de Agrigento (Sicilia) pospuso para mañana la decisión.
En su declaración, cuyo interrogatorio duró alrededor de tres horas, la comandante señaló que no fue su intención chocar con la lancha de la Guardia de Finanzas y que creía que estaba moviéndose para dejarle espacio. Según el fiscal, Rackete explicó durante el interrogatorio que tomó la decisión “sola” y que estaba esperando el acuerdo político pero no llegaba y al recibir el último parte médico en el que decía que la situación era insostenible, decidió entrar.
Francia y Alemania han criticado la detención de la capitana, al tiempo que se han ofrecido junto con Finlandia, Luxemburgo y Portugal, para acoger a los 40 migrantes que desembarcaron en Lampedusa.
En una nota publicada por La Vanguardia, se lee que «Mientras se producía el interrogatorio, el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, a quien se debe la prohibición de que los barcos humanitarios lleguen a los puertos del país, pidió “penas severas para quien ha atentado contra la vida de militares italianos y ha ignorado repetidamente las leyes”. “De los otros países me espero silencio y respeto. En cualquier caso estamos listos para expulsar a la rica y criminal alemana”, añadió en una nota enviada a los medios.»
En su cuenta de Twitter, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, declaró: «Desde nuestro punto de vista, tras el procedimiento legal debido, sólo puede producirse la liberación de Carola Rackete. Eso es lo que le volveré a dejar claro a Italia».
La fiscalía de Agrigento precisó que a la capitana también se le está investigando por el delito de favorecer la inmigración ilegal y respecto a este caso será interrogada el 9 de julio.
Actualización
El martes, Carola Rackete, al frente del Sea-Watch 3, ha sido puesta en libertad. Los cargos que le imputaba la fiscalía de Agrigento de resistencia o violencia contra una nave de guerra, han quedado desestimados. El ministro del Interior, Matteo Salvini, ha perdido una importante batalla pública para respaldar su política de puertos cerrados y criminalización de las ONG.
Imagen: Agencia EFE / Till M. Egen / Foto cedida por Sea-Watch / Huffington Post