Una recorrido fotográfico por cuarenta años de trabajo del artista nacido en Países Bajos, en el MUAC
Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- En el Museo Universitario Arte Contemporáneo ha sido inaugurada la exposición Tierra firme, que recorre cuarenta años de producción artística de Jan Hendrix, artista nacido en los Países Bajos y que desde mediados de los años 70 vive en México. La obra de Hendrix transita entre la exploración, el caminar, el viaje, las ciencias y la constante búsqueda de la belleza.
«Los viajes más importantes son los que me invitan a volver al mismo lugar, y que este se puede convertir en una especie de pequeño laboratorio de trabajo, como el trabajo de campo que uno tiene que hacer como buen arqueólogo: volver todo el tiempo a lo mismo para poder verlo de diferentes facetas, diferentes maneras, diferentes horas, diferentes temperaturas. Todo esto ayuda a crear una obra que se va hilando y se vuelve en una narración a manera de los capítulos de un libro.»
¿El viaje o la exploración?
Observación.
¿Su observación es como la de Baudelaire o la de Thoreau?
Es más accidentada.
¿Busca o encuentra?
Es un encuentro. Hay una búsqueda disimulada, más bien
Los árboles, el paisaje existen antes de que posemos nuestra mirada en ellos y descubramos su belleza, ¿cómo reproducir esa belleza que ya existe o cómo recrearla?
«Con la belleza siempre me estoy peleando, la belleza es mi debilidad a la vez que es mi fuerza. Pero también puede ser mi derrota y mi caída. Y creo que la naturaleza es tan generosa que nos estamos enfrentando a esa belleza de la que hablamos.»
«Una referencia de los más pequeño y lo más grade, como si lo pequeño fuera un mapa que ampliándolo, podría sobreponerse sobre lo más grande.»
«…cerrar el ojo un poco para que la visión que tiene uno del paisaje se vuelva un paisaje de alto contraste y ese alto contraste sirve para empezar a poder descifrar aquél paisaje y entonces aparece la estructura de lo visto. […] Y la estructura se vuelve el residuo, el resto de un paisaje. […] Como si fuera la espina de un pez, ya no hay pez, se quedan las puras espinas.»
Imágenes: © Huemanzin Rodríguez