Proyectos que buscan alterar la percepción convertidos en obras de arte, del artista y científico alemán, se podrán ver en el museo a partir del 29 de marzo
Ciudad de México (N22/Redacción).- Al parecer el Museo Tamayo busca reventar la taquilla como lo hizo al traer las obras de Yayoi Kusama en 2014. El artista elegido para tal proeza es el alemán Carsten Höller. Sunday es el nombre de esta exhibición que llegará a las salas del museo el próximo 29 de marzo.
Aún vivo y radicado en Estocolmo, Höller es un artista del gran formato. Su primera formación es en ciencia de la agricultura y se ha especializado en el estudio del olfato como estrategia de comunicación de los insectos. No hay que dejar pasar este detalle para entender su trabajo en el mundo del arte al que incursionó en 1980, sin dejar de trabajar durante catorce años todavía, en el estudio de los insectos.
Höller analiza las formas de la percepción en su trabajo, aplica su entrenamiento científico en su trabajo artístico. El espectador es para él, en muchas ocasiones, el sujeto de su experimentación, no ya la obra en sí; así como la naturaleza de las emociones humanas es también tema de su obra. Es a partir de 1994 que integra las grandes esculturas de hongos a su obra; piezas que se han convertido en una marca indeleble en su cuerpo de obra. Pero desde antes, desde 1990 su trabajo ya integraba juguetes, narcóticos, luces intermitentes, películas 3D, anteojos, máquinas de privación sensorial, todo un entramado de objetos que permiten alterar el entorno y, en consecuencia, la percepción.
Algunas de sus instalaciones principales incluyen Flying Machine (1996), Test Site (2006), una serie de diapositivas gigantes instaladas en la sala de turbinas de Tate Modern; Amusement Park (2006), una gran instalación en MASS MoCA, de atracciones a mitad de camino entre el carnaval que operan a velocidades dramáticamente reducidas; The Double Club (2008–09), una obra diseñada para crear un diálogo entre la cultura congoleña y occidental en forma de un bar, restaurante y club nocturno de Londres; y Upside-Down Goggles (2009–11), un experimento participativo con distorsión de la visión a través de las gafas. Revolving Hotel Room, una instalación que se convirtió en una habitación de hotel completamente operacional por la noche, se presentó en una exposición del Museo Guggenheim, Nueva York (2008–09). También ha incluido en su trabajo animales como ratones, moscas, cerdos.
Imagen: Carsten Höller/ James Veysey/ Camera Press/ Redux