Freeland considera que el documental, a diferencia del periodismo meramente informativo y efímero, contribuye a visibilizar esta problemática de mejor manera.
“La gente con albinismo en toda África sufre una severa discriminación simplemente por cómo se ven, por el color de su piel. Frecuentemente se ven obligados a trabajar al sol y su piel se maltrata mucho. La gente cree que su condición es contagiosa y se enfrentan a un infinito círculo vicioso. Mi película muestra la historia de dos personas con albinismo que luchan por mostrar su valía a la sociedad y que intentan cambiar estas actitudes”, comentó el documentalista.
Freeland considera que el documental, a diferencia del periodismo meramente informativo y efímero, contribuye a visibilizar esta problemática de mejor manera. “El documental puede jugar un papel preponderante en el cambio social, eso es lo que trató de hacer en mis películas”.
Para Freeland, una posible solución a este sistema de discriminación es la educación. Pero este sistema de creencias racistas y discriminatorias tiene también un evidente carácter social e incluso económico.
“Hay tres tipos de personas involucradas, los doctores brujos que han fomentado estas creencias; la gente rica, sean hombres de negocios o políticos o pescadores, que pagan sumas astronómicas por estas extremidades. Pero también están los pobres que llevan a cabo estos actos y llegan a cometerlos aún cuando no creen en ello, lo hacen por dinero porque son muy pobres”, finalizó.
A la sombra del sol, se presenta como parte del programa de la gira de documentales Ambulante.
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